«El muro que se construye en Cisjordania no responde a motivos de seguridad, sino que pretende ratificar la ocupación y la anexión ‘de facto’ de amplias zonas del territorio palestino», declaró Nasser al Qidwa ante la Corte.
«Si se acaba el muro, hará que la solución al conflicto israelí-palestino mediante la creación de dos Estados sea prácticamente imposible», añadió Al Qidwa, jefe de la delegación palestina en la CIJ y representante de los palestinos en la ONU.
La Corte de La Haya es la principal instancia jurídica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los pronunciamientos de la CIJ no tienen efectos vinculantes y corresponde a las instituciones que hayan recurrido a ella, como la Asamblea General de la ONU, hacer que se aplique, sin embargo podría tener efectos sobre la opinión pública o incluso en las relaciones diplomáticas de Israel.
Los palestinos, que esperan con ansiedad la opinión de la CIJ sobre esta construcción, expondrán sus argumentos contra la barrera de separación durante tres horas.
El Estado hebreo decidió no participar en las audiencias y se contentó con enviar un informe escrito negando la competencia de la Corte.
Los palestinos no cuestionan el derecho de Israel de construir una barrera para defenderse, pero critican el hecho de que el muro sea construido «en el territorio palestino, incluyendo a Jerusalén este».