BBC.-El papel del canal será promover la democracia y lograr el respaldo de la opinión pública en el mundo árabe.
Al-Hurra está dirigido a las audiencias más jóvenes, que dominan la mayoría de los países de árabes.
El canal se concentrará en noticias, programas informativos y programas de debate, pero también producirá programas de interés general sobre temas de salud, entretenimiento, deporte, moda y ciencia y tecnología.
La televisora llegará a los receptores a través de los satélites Arabsat y Nilesat y en pocos meses también estará disponible en señal terrestre en Irak.
En sus oficinas en Washington, un equipo mixto confromado por unos 200 periodistas árabes y estadounidenses dice que tratará de adaptar las técnicas de producción y mercadeo occidentales a la sensibilidad árabe.
para que el público árabe cambie de opinión acerca de EE.UU., creo que hace falta algo más que un nuevo canal de televisión
Al-Jazeera
Los periodistas también insisten en que se mantendrán independientes desde el punto de vista editorial.
Sin embargo, críticos dicen que será difícil que la estación logre asegurarse una credibilidad como televisora independiente, dado que está financiada por el Congreso de EE.UU. Su presupuesto para el primer año es de US$ 62 millones.
Fría respuesta
Washington espera que esta iniciativa tenga éxito y se establezca como una alternativa a canales por satélite pan-árabes tales como al-Jazeera, en Qatar, o al-Arabiya, en Dubai.
Autoridades estadounidenses ven a estas televisoras como críticas de Estados Unidos, en particular en su cobertura de la guerra contra el terrorismo.
Pero todavía no ha comenzado a transmitir y ya al-Hurra ha provocado desconfianza y escepticismo en el mundo árabe.
«No tengo duda de que la nueva competencia será profesional y técnicamente apropiada», dijo el portavoz de al-Jazeera, Jihad Ballout.
«Pero para que el público árabe cambie de opinión acerca de EE.UU., creo que hace falta algo más que un nuevo canal de televisión», añadió.
Habrá noticias, debates y programas de interés general.
El periódico Tishrin, de Siria, fue más directo.
«Esta estación es parte de un proyecto para recolonizar territorio árabe que Estados Unidos busca implementar con una política de la zanahoria amarrada a la estaca», dijo.
En el periódico Daily Star del Líbano, Rami Khouri afirmó que al-Hurra será «lo mismo que la gubernamental radio Sawa y la revista Hi fueron en el pasado (…) Un truco entretenido, caro e irrelevante».
«¿De dónde sacan esas ideas? ¿Por qué siguen insultándonos?», se preguntó.
El alma y la razón
Para el profesor Hussein Amin, de la Universidad de Cairo, las críticas pueden encender la mecha de debates nunca vistos en el mundo árabe.
«Estos cuestionamientos, con todo lo duros que puedan ser, abrirán el debate acerca del discurso y la expresión y también acerca de los derechos humanos y temas que no tienen cobertura total en medios árabes», dijo.
Las autoridades estadounidenses dan una respuesta realista cuando se les pregunta cuáles son las perspectivas de la nueva empresa.
Admiten que enfrenta muchos retos, como otros esfuerzos estadounidenses para ganarse los corazones y el pensamiento de los árabes.
Entretanto, los críticos de al-Hurra dicen que lo que el mundo árabe quiere es un cambio significativo en las políticas estadounidenses que afectan la región, más que nuevos esfuerzos diplomáticos vía satélite.