Telleldín tuvo un desprecio absoluto por la vida humana», dijo Romero al final de su alegato. Fue allí que reclamó para él la pena de reclusión perpetua por su presunta participación necesaria en el atentado ista que mató a 85 personas.
El alegato de la Fiscalía concluirá hoy con el pedido de la misma pena contra los cuatro ex policías bonaerenses que llegaron al juicio en igual condición que Telleldín. Ellos son Juan José Ribelli, Raúl Ibarra, Anastasio Leal y Mario Bareiro. Esta parte quedará para el fiscal Alberto Nisman, quien anoche inició su alegato, el último de la Fiscalía.
Nisman apuntó en su primera parte a las extorsiones que la Brigada de Lanús cometió en perjuicio de Telleldín. Es que este delito también es juzgado en el largo juicio por el atentado, que ya lleva dos años y cinco meses. En este marco, Telleldín está acusado de haberles dado la camioneta que se usó como coche a.
Hoy será el turno de alegar contra los policías por el atentado. De acuerdo con fuentes judiciales, Nisman dejará de lado lado la polémica declaración indagatoria que Telleldín dio el mismo día que la SIDE le pagó a su esposa 400 mil pesos/dólares. Esa era una de las principales pruebas contra los policías.
Ayer, el fiscal se refirió al primer intento de extorsión contra Telleldín por parte de la Brigada de Lanús que comandaban Ribelli e Ibarra. Ello fue el 5 de marzo de 1994, y Telleldín logró fugar junto con su esposa a bordo de su automóvil, en un cinematográfico escape por la avenida Maipú, en Olivos.
«Como el primer intento fue público y fracasó, había que inventar una causa para llegar hasta él», sostuvo Nisman. Así fue como el 4 de abril, los bonaerenses fueron hasta la localidad de Tortuguitas, donde vivía temporariamente Telleldín, con una excusa inventada: lo querían involucrar con el homicidio de un policía en el que nada tenía que ver.
Telleldín fue detenido ilegalmente y llevado a escondidas hasta la Brigada de Lanús. Allí lo esperaba Ribelli, quien le habría dicho: «Poné lo que tenés que poner y te vas». Los policías querían cobrarle un suculento peaje para permitirle delinquir con su actividad principal para esos años: el doblaje de autos.
«Perfeccionado este acuerdo en Lanús, el hermano de Telleldín va al día siguiente a la Brigada y se pacta la entrega de un Falcon, un Renault 18, una moto y dos mil dólares. Eso daba unos 30 mil dólares. Faltaban 20 mil para llegar a los 50 mil arreglados», sostuvo Nisman.
Nisman arrancó su alegato por la parte más simple. Es que las pruebas contra los ex policías sobre las extorsiones contra Telleldín son claras y contundentes. Y seguramente sean condenados por ese delito. Hoy le tocará la parte más difícil: probar su vinculación con el atentado.
Luego, dentro de dos semanas, vendrá el turno de los defensores. Y recién a fines de marzo, o principios de abril se conocerá el veredicto del tribunal.
Ayer hubo tres acusados que pueden estar más tranquilos. Son el mecánico Ariel Nitzcaner, Hugo Pérez y Miguel Jaimes. Los tres socios de Telleldín estaban acusados de encubrimiento de las actividades ilícitas del reducidor de autos. Pero como no surgieron nuevas pruebas y la pena máxima para ellos sería de tres años, el fiscal Romero pidió sus absoluciones por prescripción.
Fte Clarin