La reunión entre Dov Weisglas, por parte israelí, y Hasán Abú Lideh, por parte palestina, se desarrollará previsiblemente esta tarde en un hotel de Jerusalén después de varios meses de incomunicación.
Los representantes de Sharón querrán saber hoy de Abu Libdeh «qué medidas adoptará Abú Alá para poner fin a la violencia y desarmar a las organizaciones terroristas» de la resistencia contra la ocupación israelí, dijeron esta mañana fuentes oficiales.
El primer ministro palestino exigía hasta ahora para reunirse con Sharón que ordenase parar la construcción del «muro de seguridad», que Israel levanta en tierras palestinas de Cisjordania.
Sin embargo, Abú Alá habría aceptado ahora reunirse con Sharón sin condiciones previas, aparentemente bajo presiones de Estados Unidos y Egipto.
De prosperar los preparativos, en medios del Gobierno israelí se pronosticaba la posibilidad de que la reunión entre Abú Alá y Sharón se celebrará «en los próximos días» o en «la próxima semana».
La reunión entre Weisglas y Abu Libdeh es la reanudación de los contactos personales entre ambos funcionarios, quienes desde hace varios meses intentan acordar, sin éxito hasta la fecha, las condiciones que permitan celebrar la entrevista entre los dos responsables de gobierno.
La reanudación de los contactos busca allanar el camino para que Abu Alá y Sharón, cuyas condiciones previas son hasta ahora incompatibles, se reúnan finalmente.
No obstante, en sus respectivas sedes eran bajas las esperanzas de que así ocurra.
En medio de un prolongado estancamiento del proceso de paz mientras cunde la violencia entre los dos bandos, el primer ministro israelí parece decidido a imponer un plan unilateral destinado a lo que denomina la «desconexión» de los palestinos «hasta que de verdad deseen negociar la paz» según el programa del Cuarteto de Madrid, conocido como la «Hoja de ruta», que no aplican las partes.
La reunión de Weisglas y Abu Libdeh se producirá cuando en medios políticos de Israel ya se le extendió el «certificado de defunción» a esa «Hoja» tras el anuncio hecho el pasado lunes por Sharón sobre la próxima evacuación de 17 asentamientos judíos de Gaza.
Esta sería una de las primeras medidas de su plan unilateral para la «desconexión» de 3,4 millones de palestinos de Cisjordania y Gaza, anuncio que estremeció la vida política y parlamentaria en Israel y que puede llevar a una disolución de la coalición de Sharón con sus tradicionales aliados de la derecha ultra-nacionalista.
«Buenas noticias para los palestinos», dijo ayer martes el primer ministro Abú Alá, ante ese anuncio.
«Esperemos que Israel -agregó- se retire de todos los territorios» ocupados en la guerra de 1967.
En esos territorios aspiran los palestinos a establecer un Estado independiente, lo que les promete el plan de paz del Cuarteto de Madrid, formado por EEUU, la Unión Europea (UE), la ONU y Rusia.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yaser Arafat, había reaccionado antes que Abú Alá burlándose del anuncio de Sharón, visto como una «maniobra de relaciones públicas» por su portavoz, Nabil Abu Rudeina.
Sharón y Abú Alá departieron la semana anterior con dos enviados de EEUU para Oriente Medio, John Wolf y David Satterfield, quienes llegaron desde Washington para analizar el estancamiento del proceso político en tanto persiste la violencia entre los dos bandos.
La primera «escala» en la «Hoja de ruta» obliga a la ANP y a Israel, precisamente, a poner fin a la violencia, que sigue cundiendo en medio de acusaciones mutuas, y que casi a diario se cobra muertos, heridos, detenciones y demoliciones de casas en Gaza y Cisjordania, y recientemente en Jerusalén por un ataque suicida.
En estas circunstancias, Sharón, quien no confía en Abú Alá viajará a Washington a finales de este mes para eclipsar el plan del Cuarteto de Madrid con el de la «desconexión» unilateral, según la mayoría de los analistas políticos de la prensa israelí. EFE ez/msr
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