HENRIQUE CYMERMAN – 03/02/2004
Maale Adumim (Cisjordania)
Las afirmaciones del primer ministro Ariel Sharon sobre el desmantelamiento de los 17 asentamientos judíos de Gaza eran ayer el principal tema de debate en las 144 colonias judías de Gaza y Cisjordania. La franja de Gaza es uno de los lugares con mayor densidad de población en todo el mundo (casi dos millones de palestinos en 350 kilómetros cuadrados), con 7.500 colonos acompañados de un número similar de soldados israelíes que les protegen.
Ayer se podían escuchar decenas de debates parecidos en las distintas colonias. «No puede ser que Arik Sharon, que inventó la colonización judía de la tierra de Israel bíblica, haya tirado la toalla. Seguro que sus afirmaciones son sólo táctica, para hacer frente a la presión norteamericana», afirmaba Benny Kashriel, alcalde de Maale Adumim. Otros opinaban que la vejez y la investigación policial en torno a Ariel Sharon y sus dos hijos, Omri y Guilad, le han debilitado. «¿Dónde está el Arik que venía con su amada esposa, Lili (ya fallecida), para tomar café y solidarizarse con nosotros?», se pregunta nostálgico el dirigente de los colonos, Benzi Liberman. «Fue el primero que entendió que los asentamientos de Cisjordania son la barrera de protección del centro de Israel y que los de Gaza son la franja de seguridad del sur del país», añadió.
En las colonias seguían preocupados a través de la televisión las afirmaciones del viceprimer ministro, Ehud Olmert, uno de los políticos más allegados a Sharon, en medio de un silencio sepulcral. «El primer ministro sólo ha revelado una pequeña parte del plan. Y el desmantelamiento de colonias tendrá lugar no sólo en Gaza, sino también en Cisjordania. Cuanto antes mejor.»
Shaul Arieli, teniente coronel en la reserva que acompañó todas las conversaciones de los años noventa con los palestinos y que es uno de los artífices de los llamados acuerdos de Ginebra, afirma a «La Vanguardia» que en 1993 había 125.000 colonos en Cisjordania y Gaza y que ahora son ya 240.000. «El Likud, con su política capitalista está destrozando la sociedad israelí, pero el único lugar en el que mantienen una política de bienestar social es en los asentamientos.» Según Arieli, que propone el repliegue de 110.000 colonos en el marco de los acuerdos de Ginebra, «los israelíes de Gaza son sólo una sexta parte del crecimiento natural de la población palestina local, pero de realizarse el desmantelamiento sería un inicio significativo».
Gran parte de los colonos acudieron a los asentamientos para cumplir su sueño de poseer una casita con su jardín y de tener facilidades económicas. Según Arieli, éstos serán fáciles de evacuar si se les pagan indemnizaciones. «El gran problema será con unos miles de extremistas, tales como los 500 judíos de Hebrón que pueden resistirse en algunos casos, incluso con las armas», dicen en el movimiento pacifista israelí Paz Ahora.
Por el momento, el Gobierno no ha podido ni querido cumplir su compromiso de evacuar decenas de pequeños enclaves ilegales en Cisjordania. El Ejército y la policía se entrenan para hacerlo y se han producido incluso casos de jóvenes colonos que abandonaron el curso de oficiales del Tsahal ante la perspectiva de poder llegar a tener que evacuar a sus propios familiares.
Los asentamientos son el lugar en el que más se adivina el fantasma de una guerra fratricida en Israel. Aun así, según Olmert, «Sharon, por su historial y por el respeto que le tienen los colonos, es la persona ideal para dirigir este doloroso y necesario proceso, que reducirá el terror y mejorará la situación económica del país».