El sistema, desarrollado por el ministerio y las Industrias Militares de Israel (IMI), consiste en un molinete, similar al usado en las estaciones de subterráneo, instalado en la puerta de acceso de los ómnibus públicos.
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Cuando el conductor pulsa un botón, una luz cerca de él pasa del rojo al verde y el pasajero puede empujar el molinete para entrar en el ómnibus.
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Cinco vehículos equipados con el nuevo sistema de seguridad serán puestos en circulación en las próximas cinco semanas y si el sistema tiene éxito, será mejorado con la experiencia de conductores y pasajeros antes de ser puesto en práctica en forma generalizada, dijo Lieberman.
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Cómo funciona
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Los ómnibus tienen sensores especiales en la puerta principal, capaces de detectar una bomba a varios metros de distancia, y cierran automáticamente el molinete para impedir que un presunto suicida suba a bordo.
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Placas blindadas protegerán al conductor y los primeros asientos, de modo que no haya daño aun si el suicida explota su carga fuera del vehículo.
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El sistema, que costará varios miles de dólares por unidad, incluye también una barrera en la salida que consiste en barras de goma flexibles sólo desde el interior, y destinadas a impedir que el terrorista intente entrar por la puerta trasera.
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«Estoy seguro de que esto salvará vidas», dijo el presidente de IMI, Arie Mizrachi.
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Unos 25 ómnibus han sido objeto de atentados de suicidas palestinos desde septiembre de 2000.
Fte La Nacion
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