El comunicado definió como «histórica» la reunión, en la cual los rabinos recordaron las palabras del Papa, quien señaló «debemos enseñar a las conciencias y considerar el antisemitismo y cada forma de racismo como pecados contra Dios y contra la humanidad».
Los dos rabinos, el ashkenazita Yona Metzger y el sefardita Shlomo Amar, agradecieron al pontífice el haber instituido las jornadas dedicadas al hebraísmo en el seno de la Iglesia Católica. Expresaron también el dolor de las familias que sufren las consecuencias de la confrontación árabe-israelí desde hace años, y solicitaron a Karol Wojtyla «todo su peso moral para ayudarlas».
«El diálogo establecido entre la Iglesia Católica y la religión hebraica es una señal de gran esperanza», comentó por su parte el papa, según informó El Vaticano.
Recordó la visita que realizó en 2000 a Tierra Santa, la que consideró como uno de los momentos «más importantes de mi pontificado».
Asimismo recalcó su labor para promover el diálogo con el objetivo de avanzar «siempre hacia una mayor comprensión, respeto y cooperación entre nosotros». Juan Pablo II reivindicó la necesidad de diálogo con los hebreos, y comentó que no se debe dejar de hacer ningún esfuerzo «para trabajar juntos y construir un mundo de justicia, paz y reconciliación para todos los pueblos».
Los rabinos participarán hoy sábado en el concierto de la Reconciliación entre los hebreos, los católicos y los musulmanes que tendrá lugar en el aula Paulo VI de El Vaticano.
El concierto, organizado por el Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos, será dirigido por el maestro Gilbert Levine, judío-estadounidense.
Fte Notimex