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Entre la tarde del viernes y el sábado, el cementerio judío de La Tablada sufrió la profanación de 58 tumbas con el robo de placas. 8 de ellas pertenecen a víctimas del atentado a la AMIA.
En relación a este acontecimiento, Sergio Widder, Director para América Latina del Centro Wiesenthal, expresó a esta agencia que “queremos que este asunto se resuelva rápido. Cuanto más tiempo pase, mas difícil va a ser encontrar a los responsables”.
Widder agregó que “quienes atacan a los muertos lo que quieren es mandar un mensaje a los que están vivos, y el mensaje es que pueden ser agredidos en cualquier momento”.
En una carta al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Carlos Stornelli, Shimon Samuels (Director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal) y Sergio Widder (Director para América Latina) manifestaron que “este tipo de agresión es inaceptable en una sociedad democrática y plural. El ataque al solar donde descansan los muertos busca alterar la tranquilidad de quienes conviven en una sociedad respetuosa de la diversidad y representa una amenaza de ataques contra los vivos”.
Este ataque resulta particularmente perturbador en vísperas de las Altas Fiestas que la comunidad judía celebrará en breve, con la festividad de Rosh Hashana, el año nuevo, que comenzará al anochecer del próximo viernes 18 de septiembre”, continúa la carta.
Por último, Samuels y Widder urgen al ministro de Seguridad a que “disponga una inmediata investigación para esclarecer este ataque, identificar a los responsables, y ponerlos a disposición de la justicia. Una adecuada respuesta de parte de las autoridades es, sin dudas, la mejor contribución no sólo para castigar a los agresores sino para prevenir futuros ataques”.
Widder concluyó indicando a la Agencia Judía de Noticias que “cuando ocurren este tipo de acontecimiento, se piensa en los antecedentes. Hace poco hubo una denuncia de Santiago Kovadloff, quien recibió amenazas telefónicas de ataques antisemitas. En principio, se tiende a pensar que son hechos aislados, pero no se puede dejar de tenerlos en mente cuando son sucesos tan próximos en el tiempo”.
En relación a este acontecimiento, Sergio Widder, Director para América Latina del Centro Wiesenthal, expresó a esta agencia que “queremos que este asunto se resuelva rápido. Cuanto más tiempo pase, mas difícil va a ser encontrar a los responsables”.
Widder agregó que “quienes atacan a los muertos lo que quieren es mandar un mensaje a los que están vivos, y el mensaje es que pueden ser agredidos en cualquier momento”.
En una carta al ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Carlos Stornelli, Shimon Samuels (Director de Relaciones Internacionales del Centro Wiesenthal) y Sergio Widder (Director para América Latina) manifestaron que “este tipo de agresión es inaceptable en una sociedad democrática y plural. El ataque al solar donde descansan los muertos busca alterar la tranquilidad de quienes conviven en una sociedad respetuosa de la diversidad y representa una amenaza de ataques contra los vivos”.
Este ataque resulta particularmente perturbador en vísperas de las Altas Fiestas que la comunidad judía celebrará en breve, con la festividad de Rosh Hashana, el año nuevo, que comenzará al anochecer del próximo viernes 18 de septiembre”, continúa la carta.
Por último, Samuels y Widder urgen al ministro de Seguridad a que “disponga una inmediata investigación para esclarecer este ataque, identificar a los responsables, y ponerlos a disposición de la justicia. Una adecuada respuesta de parte de las autoridades es, sin dudas, la mejor contribución no sólo para castigar a los agresores sino para prevenir futuros ataques”.
Widder concluyó indicando a la Agencia Judía de Noticias que “cuando ocurren este tipo de acontecimiento, se piensa en los antecedentes. Hace poco hubo una denuncia de Santiago Kovadloff, quien recibió amenazas telefónicas de ataques antisemitas. En principio, se tiende a pensar que son hechos aislados, pero no se puede dejar de tenerlos en mente cuando son sucesos tan próximos en el tiempo”.