El rabino de la Comunidad NCI Emanu El, Alejandro Avruj, advirtió que “el problema de la pobreza en la Argentina es lamentablemente parte de la desidia y de la negligencia de décadas de ausentismo” de parte del Estado.
“La pobreza ha traído marginalidad y esa marginalidad ha traído los ya alarmantes índices de adicciones provocando la destrucción de familias y juventudes sin proyección de futuro”, indicó Avruj en declaraciones a la Agencia Judía de Noticias (AJN).
Para el religioso, el crecimiento de la pobreza en la Argentina es consecuencia de “la despreocupación y falta de políticas mínimas y necesarias para erradicar el hambre de la Tierra donde emana leche y miel, y que fue considerada durante décadas el granero de mundo”.
“Desde nuestra particular visión judía trabajamos fuertemente para dar soluciones reales en lugares tantas veces olvidados por la sociedad toda”, subrayó Avruj.
Siempre en diálogo con esta agencia, el rabino de la Comunidad NCI Emanu El indicó que “la Fundación Judaica tiene una cantidad importante de proyectos de carácter social y de desarrollo”.
Indicó que la comunidad sostiene un comedor comunitario con 50 porciones de comida todos los días desde su propia sede, con un ropero comunitario, una farmacia, una óptica, consultorio médico y asistencia para judíos como no judíos, con el trabajo en conjunto del CGP barrial y Cáritas de Belgrano.
“Otros proyectos que funcionan en la comunidad son el programa con Arebim y la Fundación Kinor que a través de propuestas culturales sostienen proyectos sociales”, destacó.
El religioso destacó el trabajo realizado en la Colonia Avigdor, un pueblo ubicado en el departamento de La Paz, Entre Ríos, que nació en 1936 con el arribo de los primeros judíos alemanes, y donde con proyectos agroindustriales, se brinda trabajo a cerca del 20 por ciento de la población local.
En la ciudad de Buenos Aires, la comunidad realiza “un importante trabajo en varias villas de emergencia, donde se sostienen a varios comedores con varios grupo de jóvenes realizando taras recreativas y de apoyo escolar y campañas solidarias”, comentó Avruj.
La organización judía realiza sus tareas en los comedores de las villas 31, y junto al padre José María “Pepe” Di Paola, en la Villa 21-24, de Barracas.
“Es nuestra responsabilidad salvar a la sociedad toda del colapso, y el fin y la muerte de sus valores más esenciales como la dignidad y el respeto de la vida de todos”, concluyó el rabino Avruj.
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