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Convenía esperar a la renuncia de Nabil Amro a sus funciones como embajador de Palestina en El Cairo y representante palestino en la Liga Árabe. Pocos días después de su renuncia, el mes pasado, se reveló un nuevo asunto, desconocido, de la táctica política interna de la Autoridad Palestina, en la conducción de Mahmmud Abbas.
"Convencimos al mundo entero que no tenemos presos políticos pero, de inmediato, contradecimos esa definición, cuando nos comprometimos, frente a los sirios, a liberar a 400 detenidos de Hamas a cambio que Hamas permita, a los miembros de Fatah en Gaza, llegar a la Asamblea en Belén", expresa Amro en una entrevista concedida al diario "Al Shark Al Awast", editado en Londres. También Abbas tiene una política de puerta giratoria. Detiene presos de Hamas para liberarlos a cambio de un gesto político por parte de la organización.
En Israel causa sorpresa la cooperación en seguridad y la determinación que manifiesta la Autoridad en su lucha contra Hamas, aunque parece que, las necesidades políticas internas, dictan el poder de ese enfrentamiento no menos que las necesidades militares y políticas.
Amro, que ocupó diversos cargos en la Autoridad Palestina y fuera asesor cercano de Yasser Arafat y el Ministro de Asuntos Parlamentarios, fundó el diario "Al Hayat Al Jadida" y fue su editor, el hombre designado por Abbas para levantar la estación de satélite palestina ( renunció también a ese cargo), no acostumbra a lanzar palabras al vacío ni oculta sus ideas, incluso si son contrarias a las de sus jefes.
Así fue en el 2000, cuando criticó a Arafat por la rigidez de sus posiciones hacia las propuestas de Bill Clinton en Camp David 2, y así fue cuando renunció a su sueldo de Ministro de Asuntos del Parlamento y de Difusión, en el 2002, por la corrupción y falta de transparencia en el sistema político palestino.
Ahora, en una entrevista del diario "Al Awast", Amro dice "El camino por el cual Abbas condujo la lucha contra Hamas, provocó que, la mano de esa organización, se fortaleciera y tuvimos que disculparnos, frente a Turquía y Siria, para que Hamas permita a un miembro del Consejo partir de Gaza y llegar a Ramallah. Nuestra imagen en el mundo es tan débil que, no nos queda otra alternativa, que dirigirnos a países con influencia sobre Hamas y, al fin de cuentas, salimos de todo trato, con las manos vacías".
No es éste el primer ataque de Amro a Abbas. Durante un encuentro cerrado, que mantuvo Abbas con los jefes de Fatah, después de las elecciones al Comité Central, donde Amro no fue electo, criticó al Presidente de la Autoridad Palestina, por el modo en que fue presentada la lista de candidatos . Sus críticos dicen que se trata del "Pesar propio de quien no obtuvo los votos para ser miembro del Comité". También sostienen que "No se destacó en sus funciones como Embajador Palestino en El Cairo, de tal forma que llegó el tiempo de su reemplazo".
Pero, cuando se habla con los allegados a Amro sobre el "servicio en El Cairo" y sobre la relación entre El Cairo y la Autoridad Palestina parece, que se corrió el manto sobre la enorme caja de Pandora. "Ser embajador palestino en El Cairo constituye una función táctica. Abbas conduce el vínculo con Egipto, en forma directa o a través de Nabil Shaat, que mantiene una casa enorme en la ciudad. Tampoco las autoridades de Egipto reconocen la condición del Embajador Palestino. Está invitado a reuniones oficiales pero no a conversaciones políticas".
En la misma oportunidad, esos allegados estuvieron dispuestos a criticar la conducta de Cairo, en relación al diálogo de conciliación entre Fatah y Hamas. "Egipto tiene agenda propia. A veces resuelven postergar los encuentros sin explicar el por qué. A veces, nos parece que juegan frente a los sirios y no les interesa para nada el acuerdo, sino solo continuar el juego político, para ser relevantes".
La paz de Salem
El escritor egipcio, Ali Salem, continúa siendo activo incondicional a favor de la paz. El productivo dramaturgo, que pagó un alto precio por su visita a Israel en el 1994, fue boicoteado por los medios árabes ( regresó dos años después) y recibió amenazas a su vida. La semana pasada presentó una nueva propuesta de paz entre Israel y los árabes.
En un artículo, publicado en Al Awast, bajo el título de "Función de los escritores árabes en la creación de la paz y su continuidad", propone realizar un congreso de escritores amantes de la paz, bajo la dirección del Secretario General de Naciones Unidas o del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama. La reunión tendría, pro sede, 3 lugares posibles al mismo tiempo: Jerusalén, Ramallah y cualquier capital árabe. El objetivo no será un “toma” y “daca”sobre el proceso de paz sino demostrar al mundo que "Entre judíos y árabes hay personas que aspiran a la paz y es posible desterrar el miedo mutuo". Salem dice que, los medios del mundo, encontrarán gran interés en el encuentro, donde será posible dialogar sobre muchos temas que no son estrictamente políticos como, por ejemplo, "Cuál es el sentido de la expresión Estado Judío y cuál es su influencia sobre la vida de los israelíes y árabes". "En particular", sostiene Salem, "Los israelíes podrán entender que, entre nosotros, hay muchos que no desean su aniquilación y que están dispuestos a vivir en paz".
Por supuesto que el problema no es la propuesta de Salem, sino la forma en que será recibida por sus colegas escritores de Egipto y Jordania, sin hablar de Siria o Arabia Saudita. La censura, que rige sobre los escritores o los periodistas egipcios y jordanos a visitar Israel, ser entrevistados por diarios israelíes o en la radio, sigue en vigencia. Ellos mantienen la guerra contra la paz.