El juez federal Juan José Galeano aceptaría en estos días el pedido de los fiscales Eamon Mullen, José Barbaccia y Alberto Nisman de ordenar la captura internacional de otros cinco iraníes acusados de haber traído explosivos de alto poder para el ataque a la AMIA.
Basándose en un nuevo informe de la SIDE, los fiscales pidieron el jueves al juez la captura internacional del ex miembro del servicio de inteligencia iraní Hamil Nagashan porque sospechan que fue el que coordinó la compra de 4 kilos de TNT que se usaron como explosivo detonador de los 400 kilos de amonal que el 18 de julio de 1994 volaron la sede de la mutual judía, informaron fuentes judiciales.
Los fiscales dieron así crédito al nuevo informe de la SIDE —que dirige Miguel Angel Toma— según el cual el TNT habría sido comprado a narcotraficantes colombianos, llevado a Venezuela por una empresa de «cobertura» del servicio de inteligencia iraní de Brasil y desde ahí transportado —también en forma clandestina— a la Triple Frontera desde donde, finalmente, se mandó a Buenos Aires. Los componentes de amonal habrían sido comprados aquí porque son de uso común en el campo, al igual que el detonador.
La empresa de «cobertura» del Brasil es manejada por los hermanos Vahid, Hahssan y Nasser Alahban, quienes además de colaborar, supuestamente, con el ataque a la AMIA también sirvieron de apoyo logístico a la «red terrorista» del partido libanés proiraní Hezbollah. Por eso, los fiscales también pidieron a Galeano que ordene la captura de los hermanos Alahban.
En la operación de traslado de aquel llamado Explosivo de Alto Poder (EAP) también habría intervenido otro iraní, Halil Pashi, a quien los fiscales vincularon con la venta de armas argentinas a Irán en los ochenta y con la empresa de «cobertura» iraní llamada IFCO.
En su escrito de cuatro carillas, los fiscales afirmaron que Nagashan estuvo en la Argentina antes del atentado de 1994 y que se alojó en la casa del ex agregado cultural de la Embajada de Irán, Moshe Rabbani, quien tiene desde hace varios años pedido de captura internacional dictada por Galeano. Rabbani vive en Irán, país que se niega a extraditarlo.
Los fiscales sospechan que Nagashan y Pashi trajeron «más de 4 kilos de TNT» a la Argentina y que el resto podría estar guardado porque, en buenas condiciones de conservación, ese tipo de dinamita mantiene durante años su poder.
En su resolución, los fiscales también reiteraron al juez su pedido de captura de otros 21 sospechosos, entre los que se encuentra el líder espiritual de Irán, Alí Kamenei. Hace un mes, Galeano aceptó pedir la captura de 4 ex funcionarios iraníes, entre ellos, Rabbani, pero no la de Kamenei y otros por considerar que en la causa no hay pruebas, hasta ahora, en su contra.
En su próxima respuesta, el juez aceptaría detener a los cinco vinculados al explosivo, pero mantendría su negativa a hacerlo con Kamenei. Entre esos 21, se encuentra el libanés Mohamed Barakat, quien está detenido en Brasilia por un pedido de extradición del Paraguay. A Barakat, el año pasado la policía paraguaya le secuestró en su casa videos propagandísticos del Hezbollah en los que se ve cómo se entrenan los comandos suicidas de ese partido libanés proiraní.
Fte Clarin