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El trabajo del JOINT para el año 2003

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¿Cuáles son los ejes de trabajo del JOINT para el año 2003?

En el 2003, lo más importante es sostener la ayuda que venimos realizando y a la vez implementar programas que contribuyan a generar salidas reales y concretas a las problemáticas que enfrentan quienes están dentro de nuestros servicios de asistencia. En especial, creando proyectos que mejoren la empleabilidad de la gente, que es el reclamo más frecuente que nos llega.

¿Va a seguir funcionando al mismo nivel la ayuda social en relación al año 2002?

El servicio de ayuda en sí mismo no se va a modificar. Lo que vamos a intentar es que la gente consiga trabajo y que de esta manera pueda suplir la ayuda que actualmente recibe con la remuneración que perciba por su labor.

¿Cómo se presenta la tarea del Joint en el resto del continente, teniendo en cuenta que la oficina de Buenos Aires es para América Latina?


En este año, tenemos la novena edición de el Encuentro Latinoamericano de Dirigentes y Profesionales que va a ser en Antigua, Guatemala. Además de convocar a gente de todo el continente y a instituciones de las más diversas características de la comunidad judía, este Encuentro tendrá un capítulo aparte para jóvenes.
Se trata de un evento que cuenta con un alto nivel de participación y, por su características, va a ser una de las actividades más importantes que desarrollará el Joint, sin dejar de ocuparse de lo que tradicionalmente hace para América Latina y para la Argentina. Es decir, la tarea de fortalecimiento institucional a través de diagnóstico, asesoramiento, consultoría, análisis, proyectos de innovación y entrenamientos de dirigentes a través de Leatid. En ese sentido, en el 2003 se vuelve a abrir una camada para dirigentes profesionales en dirección de instituciones. Un programa que ya ha formado a cientos de profesionales y rabinos de todo el continente.

¿En qué países de América Latina está trabajando el Joint actualmente?

Estamos trabajando fuertemente en Uruguay generando, por un lado, una fundación para el sostenimiento de las necesidades locales, en particular para trabajar sobre la emergencia social. Estamos armando un proceso de integración de las cuatro kehilot: la sefaradí, la ashkenazi, la comunidad húngara y la birmana y a su vez estamos reorganizando la base de datos de toda el área social del Uruguay. Estamos generando una base de datos única para poder planificar y prever la asistencia social tanto actual como futura, y para que no haya duplicidad de beneficiarios con respecto a las prestaciones.
En Chile estamos trabajando con la Benei Brith. La comunidad ya tiene una bolsa de trabajo, pero el objetivo es pasar a un modelo como el del Ariel Job Center; más moderno y en el que pueda haber mucha más oferta que sólo la búsqueda laboral. Entonces, la tarea es llevar el know – how que ya tenemos en la Argentina con respecto a este tema.

En Brasil estamos trabajando en diversas ciudades. Por un lado, colaborando con UNIBES – una de las instituciones de trabajo social más importantes de San Pablo – en el desarrollo de recaudación de fondos. Ellos tienen un bazar de venta de artículos de segunda mano, que es su fuente de recaudación más importante y que necesita potencializar la cantidad de elementos que recibe. Nuestra tarea es asesorarlos en este tema. Por el otro, asesoramos un proyecto de voluntarios en red de Río de Janeiro, en todo lo que es el sistema de recaudación de fondos para su autosustentabilidad. También estamos ayudando en el desarrollo de la comunidad de El Salvador de Bahía, a través de un nuevo modelo de liderazgo profesional, basado en una mezcla de director comunitario y líder espiritual. Una iniciativa que permitirá revitalizar una comunidad que existe desde 1930.
En México estamos trabajando con Fundación Activa. Esta institución funciona como el Ariel Job Center y lo que estamos brindando es asesoramiento, sobretodo en el área de micro y emprendimientos.
También seguimos trabajando muy fuerte en Cuba, donde tenemos una persona en forma permanente que sostiene todo el trabajo de la comunidad judía en ese país.
En otros países como Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Panamá y también en Cuba, estamos desarrollando, en conjunto con CLAM, un proyecto de intercambio y desarrollo del área cultural y artística judía a través de morim de rikudim y de otros recursos humanos.
Dado que durante el 2002 realizamos seminarios de trabajo con Leatid en Quito, Ecuador, y también en México, este año también tendremos demandas de otros países de América Latina.

¿De qué modo va a evolucionar el Ariel Job Center, siendo la búsqueda de empleo un factor fundamental en la recuperación de la dignidad humana?


Junto con AMIA y la Fundación Tzedaká estamos armando un proyecto de Empleo Subsidiado. Este proyecto no sale directamente del Ariel Job Center, aunque sí tendrá participación en esta iniciativa. Más que nada, se trata de una asociación entre las instituciones mencionadas. La idea es que parte de los beneficiarios de los programas de asistencia se reinserte laboralmente y en este sentido, se va a destinar al empleador una cantidad de dinero a modo de incentivo para que contrate gente y que de esta manera parte de los beneficiarios puedan conseguir trabajo.
Desde el Ariel Job Center, el objetivo es focalizarnos agresivamente a que los empleadores conozcan el proyecto; también ampliar la oferta de productos y servicios dirigidos a empresas que hasta hoy no estábamos brindando – como perfil psicológico u otras ofertas – para que cuenten con más herramientas para la búsqueda de personal.
Por otra parte, toda persona que reciba créditos del Ariel para realizar emprendimientos medianos, tendrá el compromiso de contratar gente a partir la base de datos del Ariel Job Center o de CODLA.

¿Cómo director de la oficina del Joint para América Latina, qué espera de este 2003?

Todos los que trabajamos en el área social sabemos que el cambio mayor depende del contexto de país. Igualmente, veo que todas las organizaciones locales están más focalizadas en hacer programas de promoción social que de asistencia en sí.
El 2002 fue un año en el que hubo que atender la urgencia y considero que se respondió de manera bastante eficaz. A partir del 2003 empieza un programa de promoción que permitirá que al menos una parte importante de la gente no sólo reciba prestaciones sociales.
Creo que todos estamos convencidos de que es ésta la línea de trabajo. Si el contexto ayuda, esto se potencializará; de lo contrario, los logros serán cuantitativamente relativos. Por suerte, durante este año, el Joint puede garantizar la cobertura de las necesidades y esperar que este año nos permita generar una salida.Fte ITON GADOL

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