EL C AIRO.- En la reunión de emergencia que celebran en El Cairo los ministros árabes de Exteriores han surgido importantes divergencias sobre el movimiento chií libanés Hizbulá. Según fuentes diplomáticas, se perfilan dos grupos con visiones muy distintas sobre la legitimidad y, sobre todo, la oportunidad de las acciones de Hizbulá en los últimos días en el Líbano.
Por una parte, países como Egipto, Arabia Saudí, Jordania, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos han manifestado su malestar por el hecho de que Hizbulá actúe sin consultar siquiera con el gobierno libanés, llevando al país a esta grave crisis. Frente a ellos se sitúan Siria, Líbano, Argelia y Yemen, que definen como «resistencia legítima» las acciones de Hizbulá y creen que el grupo chíi está defendiendo la soberanía del país.
En medio de ambos, Sudán, que ejerce la presidencia de turno de la Liga Árabe, intenta consensuar un comunicado que pueda ser firmado por todos los participantes. Ese comunicado contendría una condena de los ataques de Israel y un llamamiento a Hizbulá a coordinar su papel con el gobierno libanés.
El viernes, tras una reunión entre el rey Abdalá II de Jordania y el presidente egipcio, Hosni Mubarak, los dos países publicaron un comunicado en el que instaban a «evitar aventuras que puedan perjudicar a la nación árabe», en clara alusión a Hizbulá.
En la misma línea, la única reacción oficial saudí hecha pública hasta ahora recordaba en una declaración «es necesario diferenciar entre la resistencia legítima y las acciones irresponsables».
Los asistentes
Diecisiete de los 22 países del organismo panárabe están representados en la reunión con ministros de Exteriores, incluidos Egipto, Arabia Saudí, Jordania, Siria, Líbano y la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Entre los países que no asisten figuran Libia y Túnez, representados por el delegado permanente en la Liga y el subsecretario de Asuntos Exteriores, respectivamente.
Antes del inicio de la conferencia, que se celebra a puerta cerrada, el jefe de la diplomacia libanesa, Fawzi Saluj, condenó «los ataques israelíes por tierra, aire y mar contra las infraestructuras de Líbano» que han dejado ya 65 muertos, según las autoridades de Beirut.
Saluj pidió que los países árabes «condenen claramente esta agresión» y exijan que la comunidad internacional presione a Israel para que pague indemnizaciones por los daños que sus ataques causaron en el Líbano.
Por su parte, el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, pidió el cese de los ataques contra Líbano y en la franja de Gaza.