Por su parte, el Gobierno israelí no ha decidido boicotear de manera formal sus relaciones con el ministro Roman Giertych, pero ha decidido en cambio evitar todo trato con él, señaló Tali Samesh, una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
‘El ministro de educación polaco es el presidente de un partido que es antisemita por definición. Por lo tanto, no existe interés alguno en tener contactos con él’, dijo Samesh.
Polonia desempeña un papel muy importante en los homenajes a las víctimas del Holocausto, pues la Alemania de Adolfo Hitler emplazó varios campos de exterminio en poblaciones de Polonia tales como Auschwitz, Chelmno, Maidanek y Treblinka.
Durante los gobiernos comunistas, las autoridades polacas trataron de restar importancia a la matanza nazi. Pero desde el colapso del comunismo hace 16 años, el Gobierno de Varsovia ha hecho grandes progresos promoviendo la enseñanza del Holocausto, además de forjar fuertes vínculos con Israel.
La Liga a la que pertenece Giertych, conocida por sus iniciales en polaco LPR, es un pequeño partido ultracatólico y nacionalista que se unió a la coalición del Gobierno a comienzos de mayo. Ese acuerdo ha causado protestas callejeras en Varsovia y en otras ciudades.