El Tribunal Supremo de Israel ha rechazado dos demandas presentadas contra el actual trazado del Muro de Cisjordania, en el que se rodea el este de Jerusalén, lo que supone su visto bueno a que la construcción se inicie según el proyecto original.
Los residentes palestinos que presentaron la demanda sostenían que el Muro discurrirá por terreno privado y les aislará de los lugares de Jerusalén en los que hacen su vida. En uno de los casos, se advierte de que la barerra será construida sobre un cementerio aún en uso.
Aún así, el dictamen del tribunal está en la línea del criterio del Gobierno, que estima que la seguridad en este caso está por encima de las necesidades humanitarias de los afectados, a los que se les permitirá entrar en la ciudad a través de pasos específicos.
Las demandas fueron presentadas de formas separada por residentes en las localidades de A Sheikh y Kfar Anata, situadas cerca de Jerusalén.