Un oficial israelí de alto rango, el teniente coronel Omar el Heib, ha sido condenado a quince años de prisión por pasar secretos militares a Hezbolá a cambio de dinero y drogas.
El Heib, de 43 años, ha negado haber espiado para las guerrillas de Hezbolá en el Líbano y acusó al tribunal de Tel Aviv que lo condenó de haberse dejado llevar por sentimientos racistas.
«Yo no confesé, no voy a confesar», afirmó el militar. «No hice nada. El único motivo por
el que van a por mí es porque soy árabe», añadió ante un grupo de periodistas. Uno de sus abogados, Barry Rosenthal, dijo que su cliente no apelará la sentencia.
Los árabes israelíes suponen cerca del 20% de la población de Israel, de siete millones de personas. De ellos, pocos sirven en el Ejército, pero muchos beduinos, como el propio El Heib, se ofrecen como voluntarios porque encuentran en la carrera militar una forma de salir adelante.
Parte de la sentencia incluye la retirada del rango y la pérdida de los honores militares. El Heib había sido encausado hace cuatro años, en un momento de duros enfrentamientos entre israelíes y palestinos.