Agencia AJN.- El Ejército sirio continúa avanzando hacia el sur, en dirección a Deraa, la ciudad más grande del sur de Siria, como parte de la campaña para liberar una de las últimas concentraciones rebeldes en el país. Las ONU a principios de semana que al menos 45.000 personas huyeron de la zona de combates en el sudoeste de Siria y se dirigen a la frontera con Jordania.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que en las últimas horas se intensificaron los bombardeos aéreos, especialmente en Busra al Harir, un punto estratégico ubicado sobre la ruta que conecta esta zona con la capital, Damasco. Si el Ejército de Bashar al Assad y las milicias chiitas pro-iraníes lograr tomar el área, habrán partido al medio el territorio rebelde de Deraa. Organizaciones no gubernamentales de Derechos Humanos e incluso la ONU han advertido de la posibilidad de que el Gobierno de Assad imponga un nuevo sitio a la población, tal como hizo Assad en otras localidades rebeldes, utilizando la escasez de alimentos y agua como arma para empujarlos a rendirse.
El canciller jordano ya anunció que las fronteras de su país permanecerán cerradas ante esta nueva ola de refugiados y señaló que la ONU puede ayudar a los sirios que huyen de la violencia en el sur del país. Sin embargo, Naciones Unidas anunció anoche que suspende los convoyes de ayuda humanitaria que parten desde territorio jordano hacia la provincia de Deraa, en el sur de Siria.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos informó que durante la noche se registraron nuevos ataques aéreos en Deraa, a pesar del acuerdo de cese de fuego que había alcanzado Rusia con el Ejército Libre Sirio.