Itongadol/AJN.- Las protestas que atraviesan Irán son una clara señal de que la economía del país y su sistema revolucionario islámico están listos para caer.
Los estados del Golfo pueden jugar un papel fundamental en la obstaculización del financiamiento del terrorismo por parte del régimen de Teherán en todo Medio Oriente al presionar a Europa para que suspenda las inversiones en Irán.
Existen muchas preguntas sobre el próximo movimiento del golfo Pérsico, mientras los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y otros países de la Liga Árabe se oponen a la agresión iraní en sus esfuerzos por presionar a Europa para que corte los lazos con Irán.
Las monarquías del Golfo deben analizar si utilizar su poderío económico para reforzar aún más el vicio económico del régimen clerical en Teherán o no.
Por su parte, el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, está preocupado por las protestas de los civiles iraníes contra su régimen y declaró el miércoles en una reunión que "el poder judicial debe enfrentar a quienes interrumpen la seguridad económica".
Las potentes sanciones y restricciones de Estados Unidos sobre el poder adquisitivo de Irán, junto con las sanciones al negocio energético y petrolero de Teherán, que se implementarán en 2018, seguramente agravarán el caos económico en la República Islámica.