Itongadol/AJN.- Natalie Portman anunció que no viajará a Israel para aceptar el Premio Génesis, también conocido como "el Nobel Judío", un premio que fue otorgado a personas como el artista Anish Kapoor, el violinista Itzhak Perlman, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg y el actor y director Michael Douglas.
Al tomar esta postura pública en este momento, Portman pierde una gran oportunidad para expresar directamente su oposición a las políticas del gobierno israelí en la tierra de su nacimiento y se expone a sí misma dando un paso en falso.
La Genesis Prize Foundation dice que su premio, que normalmente viene con un pago de 1 millón de dólares, que en el caso de Portman sería del doble, "honra a las personas que sirven de inspiración para la próxima generación judía a través de su destacado logro profesional junto con su compromiso con los valores del pueblo judío".
Si Portman hubiera ido a Israel podría haber desafiado al Boicot e inspirado a varias generaciones de judíos, en Israel y en el extranjero, a comprometerse con los valores judíos.
Al negarse a visitar su tierra natal y ponerse del lado del movimiento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), Portman trivializa su propia política y se aleja de la dirección de la política israelí.
Portman, como muchos judíos dentro y fuera de Israel, no está de acuerdo con la administración israelí y sus políticas. Sin embargo, eso no debería significar automáticamente que debería boicotear el país y la ceremonia de premiación.
La protesta más efectiva que Natalie Portman puede hacer en contra de las políticas del gobierno de Netanyahu es hablar en contra de ellos en un país que todavía rinde homenaje a la libre expresión del discurso político.
Natalie Portman no podría ser censurada fácilmente, tiene el raro estatus de privilegio y derecho que la haría inmune a cualquier intento del gobierno israelí de silenciarla.