Itongadol.- En el templo del Centro Comunitario Chalom se llevó a cabo el Acto en Recordación del Holocausto de las comunidades judías de Rodas, Salónica y Cos, al cumplirse 73 años del inicio de la deportación de sus habitantes al campo de exterminio de Auschwitz, y de todas las comunidades sefaradíes masacradas por el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
La conmemoración fue realizada el miércoles 6 de septiembre al anochecer, con la organización del Centro Comunitario Chalom, la DAIA, FESERA (Federación Sefaradí de la República Argentina) y el Museo del Holocausto de Buenos Aires.
Durante el transcurso del acto se prendieron seis velas de Izkor (recordación) en memoria de aquellos que cayeron durante la Shoá, de sobrevivientes fallecidos y en reconocimiento a todos los sobrevivientes; y otras dos en recuerdo y homenajea a las víctimas de los atentados terroristas a la embajada de Israel y al edificio de la AMIA que ocurrieron en la Argentina.
La primera de las velas de Iskor fue prendida por el presidente del Centro Comunitario Chalom, Fabián Yohai, quien a continuación manifestó: “Nos encontramos un año más en este sagrado recinto para mantener viva la memoria de nuestros antepasados masacrados por las bestias del régimen nazi. Una vez más declaramos con nuestra presencia la necesidad de ser intolerantes con aquellos que quieren destruir los valores fundamentales que hemos heredado a través de nuestros textos sagrados. Según estos, la vida es uno de los valores más elevados”.
“En la Torá, en el libro de Debarim (Deuteronomio) está escrito ‘…Y elegirás la vida (ubajarta bajaim)’. Y no dice ‘tu vida’, sino ‘la vida’ en forma genérica, tanto la tuya como la ajena. Claramente este valor no estuvo presente en esa ideología nazi de la muerte. De la destrucción del otro por el solo hecho de ser ‘otro’. La vida propia es la que tenía valor, la vida ajena no era problema suyo. Y esa idea tan primitiva y tan brutal es la que vemos hoy en día”, agregó en referencia a lo que está ocurriendo en diversos lugares del mundo.
Finalmente, el presidente del Centro Comunitario Chalom sostuvo: “Como comunidad judía, nos manifestamos a favor de la vida. Y por la construcción de democracias enérgicas y maduras que no acepten a quienes desean su destrucción, ni a quienes utilizan las herramientas de la misma democracia para acceder al poder y así finalizar con esta forma de convivencia. Les decimos: No a los regímenes totalitarios; no a la ideología de la muerte; y sí a la defensa total de la vida”.
En nombre del Museo del Holocausto de Buenos Aires prendió una vela de Izkor y se dirigió a los presentes Gustavo Sakkal, quien actualmente es su vicepresidente primero, luego de haberla presidido.
Sakkal destacó la tarea que vienen llevando a cabo para contribuir a mantener la memoria colectiva de la Shoá en todos los ámbitos de la sociedad argentina, en especial en instituciones de origen sefaradí donde muchos, por falta de conocimiento, identifican la Shoá como una tragedia que afectó casi por completo a los ashkenazim.
André Gattegno, presidente de FESERA, luego de recordar a Osvaldo Ovadia Sultani Z\’L, sostuvo que durante la Shoá no sólo se eliminaron las vidas de los miembros de las comunidades judías de Rodas, Salónica, Cos y otras comunidades sefaradíes, sino también sus historias, queriendo borrar su existencia. Por ello, agradeció en nombre de FESERA a los organizadores de este acto por asumir la responsabilidad de hacerlo y propuso que se intensifique la labor educativa: “Realmente gran parte de nuestro pueblo ignora que hemos perdido gran parte de nuestra historia”.
Un momento emocionante fue cuando se proyectó un corto mensaje de David Galante, sobreviviente de la Shoá que no pudo asistir debido a un problema de salud, como también cuando José Menasce se dirigió a los presentes en nombre de quienes integraron las comunidades sefaradíes aniquiladas por el nazismo
Los jóvenes del Centro Comunitario Chalom prendieron la sexta vela de Izkor, reafirmando de esa manera su compromiso con la trasmisión de la memoria de la Shoá.
Alberto Hammerschlat, vicepresidente segundo de la DAIA, luego de prender la vela de Izkor en recuerdo y homenajea a las víctimas del atentado al edificio de Pasteur 633 el 18 de julio de 1994, agradeció al vicepresidente primero de la DAIA, Alberto Indij, que le permitiera expresar su mensaje de adhesión, como lo viene haciendo desde hace más de una década.
Hammerschlat sostuvo: “Tengo el honor de representar a la DAIA en este sentido homenaje a nuestros hermanos de Rodas, Salónica, Cos y otras localidades griegas que fueron asesinadas por el nazismo. Fue en esos lugares donde la maquinaria de muerte nazi aniquiló vidas de hombres, mujeres y niños. Alrededor de 60.000 judíos de un total de aproximadamente 77.000 que residían en Grecia antes de la Segunda Guerra Mundial, fueron exterminados. También arrasaron con sus instituciones e intentaron borrar cualquier huella de vida judía. No pudieron”.
“Año tras año tenemos que redoblar nuestros esfuerzos para que las nuevas generaciones conozcan lo que pasó”, manifestó. “Sabemos que el odio, el deseo de limpieza étnica, el racismo, el antisemitismo y la xenofobia no mueren. Es nuestra misión trabajar para concientizar a los jóvenes de que la historia, que no se puede cambiar, es el principal insumo para modificar el presente y el futuro. El odio sigue cobrando víctimas inocentes”, subrayó.
Por último, el rabino del Centro Comunitario Chalom, Marcelo Krawiec, destacó la relevancia de honrar y recordar a las víctimas de la Shoá al introducir la pronunciación del Kadish de duelo en su memoria.
El acto fue conducido por Marcelo Benbeniste y el jazan del Centro Comunitario Chalom, Alberto Dayan, entonó melodías alusivas.