Agencia AJN.- Jordania se ha mantenido firme en su negativa de permitir que Israel devuelva a su embajador a Amán a menos que el guardia de seguridad israelí involucrado en el tiroteo en la embajada el mes pasado sea llevado a juicio.
Yahya Al-Saud, jefe del Comité Palestino en el parlamento de Jordania y la persona responsable del archivo de Jerusalem, confirmó que “se emitió una orden el lunes prohibiendo la entrada al embajador israelí en ausencia de una investigación inicial en Israel por las acciones del guardia de seguridad”. Y agregó que Jordania “debe estar involucrado y mantenerse al corriente de los procedimientos”.
Las declaraciones de Al-Saud se producen después de que funcionarios de gobierno jordanos fueran citados por los medios locales señalando que habían enviado una carta a Jerusalem que reiteraba que Einat Schlein no podía volver a su puesto sin “garantías de una investigación seria y exhaustiva de la guardia de la embajada y la de él a juicio”.
El guardia, Ziv Moyal, mató a dos jordanos el pasado 23 de julio, después de haber sido apuñalado con un destornillador por uno de ellos. La otra víctima fue el propietario del edificio donde ocurrió el ataque -un médico jordano-, quien falleció a causa de una bala perdida
El incidente provocó una crisis diplomática que se intensificó cuando el primer ministro Benjamín Netanyahu dio a Moyal la bienvenida de un héroe a su regreso a Israel, una medida descrita por el rey jordano Abdullah II como “inaceptable y provocativa”.
Desde entonces, Israel ha iniciado una investigación sobre el incidente, que el parlamentario jordano llamó un “paso en la dirección correcta”, antes de agregar que “la justicia debe ser cumplida”. Mientras que el fiscal general de Israel aseguró que la investigación era rutinaria, Moyal probablemente será investigado bajo sospecha de homicidio, según reportes de la prensa.
Como signatario de la Convención de Viena, Israel tiene la obligación de investigar a los sospechosos a su regreso de un país que les otorga inmunidad diplomática contra cargos potenciales.
“La investigación está en curso, pero una vez que se haya hecho, se transmitirá un informe a las autoridades jordanas, de conformidad con la ley”, confirmó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores israelí, Hassan Ka’bia. “Todavía no se han extraído conclusiones”, agregó.
Ka’bia afirmó además que el incidente debió haber llevado a tal explosión, y explicó que la decisión de llevar a casa a los diplomáticos israelíes fue hecha por el gobierno de Netanyahu, Amán no los había expulsado. Por último, sostuvo que “no hay problemas entre Israel y la parte jordana, y de hecho, hay una reunión programada para la próxima semana, a la que también asistirá la Autoridad Palestina para discutir las fronteras”.
En el funeral de Jawawdah, miles de personas se reunieron para instar a Abdullah a cancelar el tratado de paz de 1994 entre los países. “Prefiero cortar todas las relaciones con Israel. No creo que sea importante que tengamos lazos con Israel, punto. Nuestra relación es como un hotel de cinco estrellas, sólo beneficia a los jefes del país y no a la persona promedio”, expresó Al-Saud.
El incidente de la embajada se produjo en el contexto de recientes tensiones centradas en el complejo de la Mezquita del Templo/Al-Aqsa. Tras el asesinato de dos policías en el recinto el pasado 14 de julio, Israel instaló detectores de metales en el lugar sagrado, un movimiento rechazado con vehemencia por los musulmanes de todo el mundo. Dos semanas de trastornos siguieron, llevando a Netanyahu a retroceder y eliminar las medidas de seguridad.
Hasta el momento, Moyal rechazó todas las afirmaciones de que el incidente en la embajada en Jordania fue provocado por una discusión sobre muebles, en cambio insistió en que fue atacado por razones “nacionalistas”.