Itongadol.- La tradicional comida judía presentó variaciones únicas en la pastelería Roladin en Tel Aviv. Queso de cabra, amaretto, cheescake o mermelada de cebolla, son algunas de las opciones a la hora de elegir las clásicas galletas de Purim.
“El público confía en nosotros para que les aportemos nuevos sabores” explicó Itzik Shamsian, dueño de la compañía pastelera y agregó: “Tenemos el orgullo de innovar y crear, en Roladin siempre cambiamos”.
En los últimos años las pastelerías israelíes han aumentado sus versiones gourmet en las galletas de tres puntas hechas con mazapán, o libres de gluten, entre otras variedades, además de las tradicionales con semillas de amapolas. Los cambios se vieron reflejados en la creciente sofisticación de la escena culinaria hebrea, que está enfocada en actualizar los platos antiguos fusionándolos con las cocinas de todo el mundo.
El Hamantash es el símbolo de la festividad de Purim. Durante muchas generaciones el platillo fue el mismo, con semillas de amapolas, chocolate y mermelada, pero recientemente los chefs israelíes se inspiraron en otros postres.
Roladin está produciendo dos millones de Hamantash para las festividades de este año. El primer millón con sabor tradicional y habrá un millón con distintos gustos como pistacho, licor triple sec y chocolate con caramelo con sal.
“Este año decidimos innovar y sorprender con una variedad de dulces, salados y con alcohol, además de los sabores clásicos, para satisfacer a todos”, comentó Noah Becher Aharoni CEO en Roladin.