Itongadol.- "La mano que desaloja Amona no es la de la policía o el ejército, sino la de Bennett y Netanyahu. Si usted no puede resolver el problema, renuncie", expresan los residentes de Amona.
Los residentes de Amona amenazaron ayer con regresar al asentamiento ilegal que fue desalojado después de que el jefe de la Oficina del Primer Ministro anunciara que el acuerdo de compromiso firmado entre ellos y el gobierno israelí no podría ser implementado.
"Un día después del desalojo, volveremos aquí una y otra vez", anunció Avichai Buaron, el jefe de la lucha de Amona, durante una reunión de emergencia.
"La mano que desaloja Amona no es la de la policía o el ejército, sino la del (ministro de Educación) Naftali Bennett y el primer ministro Benjamín Netanyahu", agregó Buaron.
Además, destacó que el gobierno israelí tenía una última oportunidad para aprobar el proyecto de ley de regulación, que legalizaría retroactivamente los puestos avanzados en Cisjordania que se construyeron en tierras palestinas de propiedad privada.
Los colonos exigieron al gobierno que se respete su parte del acuerdo -que vería la construcción de 24 viviendas alternativas en una parcela cercana a cambio de un desalojo pacífico- y advirtió sobre una “dolorosa y difícil” evacuación de lo contrario.
"Treinta y seis días después de firmar el acuerdo y 14 días antes de la evacuación de Amona, y hasta ahora la construcción aún no ha comenzado", señaló Buaron.
En la reunión de emergencia también asistieron el jefe del Consejo Regional de Samaria Yossi Dagan, el rabino Haim Drukman, el rabino Elyakim Levanon, y los residentes de nueve casas en el asentamiento cercano de Ofra, que también están destinados al desalojo.