Itongadol/AJN.-El ministro de Defensa israelí, Avigdor Liberman, sostuvo que no apoya la Ley de Regulación para legalizar las ciudades judías en Judea y Samaria, como Amona. Además, agregó que Amona será destruido, incluso si la Ley de Regulación es adoptada, y que el gobierno debe centrarse en trabajar con la administración de Trump.
Liberman afirmó en una rueda de prensa que cree que la única alternativa para los residentes de Amona, cuyas casas están destinadas a ser demolidas para el 25 de diciembre, es trasladarse a la ciudad de Shvut Rachel. "No estoy seguro de que esta ley sea la mejor solución, ni siquiera se aplica a Amona. Una vez que entré en el Ministerio de Defensa pasé muchas reuniones (tratando el tema de Amona) y mi conclusión fue clara. Cualquiera que diga que es posible mantener (Amona en su) ubicación actual está diciendo mentiras y delirios, y está haciendo un mal servicio a las buenas personas que han vivido allí durante muchos años ".
"Shvut Rachel es la alternativa", declaró Liberman. "Lo conseguimos del Departamento de Estado de Estados Unidos, y acordamos pagar este precio".
También se refirió a las inminentes demoliciones de nueve casas en la ciudad de Ofra. "La gente ha vivido por más de 20 años en hogares para los cuales el Ministerio de Vivienda y el estado otorgaron préstamos. De repente, resulta que (estuvieron construyendo) en tierras privadas, entonces los inquilinos no son culpables. (Este sistema) necesita ser reparado."
"Naftali Bennett y Ayelet Shaked están bajo (mucha) presión (de los residentes y sus partidarios), y yo los entiendo, no quiero criticarlos", explicó Liberman. "Como Ministro de Defensa es mi obligación decir la verdad, la evacuación (de Amona) es inevitable".
Liberman aseguró que la principal prioridad del gobierno debería ser elaborar una política de construcción en Judea y Samaria con la nueva administración estadounidense -como las cartas intercambiadas entre el ex presidente George W. Bush y el ex primer ministro Ariel Sharon- y no aprobar leyes como La ley Amona para eludir las resoluciones del Tribunal Superior.