AJN/Itongadol.- Un tribunal de la ciudad alemana de Stuttgart, en el estado de Baden-Württemberg, está tratando de forzar la vacunación contra el COVID-19 de una compositora judía y sobreviviente de la Shoá de 85 años, lo que provocó la indignación de periodistas alemanes y un líder de la comunidad judía. Un tribunal regional ha anulado la decisión.
El sitio web en alemán con sede en Austria Report24 informó el martes sobre el caso de la sobreviviente de la Shoá Inna Zhvanetskaya. Nació en Ucrania en 1937. Holger Fischer, el abogado de Zhvanetskaya, dijo el jueves en su cuenta de Telegram que un tribunal regional de Stuttgart anuló el fallo del tribunal inferior, prohibiendo la vacunación forzada.
Report24 dijo que Zhvanetskaya estaba programada para “ser enviada, en contra de su voluntad, a un médico, quien la vacunará dos veces contra el COVID-19”. El medio de comunicación agregó que después de la vacunación será “institucionalizada en un centro psiquiátrico cerrado”.
Según Report24, ”un video exclusivo muestra: ella está en sus cabales y no es un peligro para sí misma ni los demás. Simplemente teme por su vida”, lo que hace que la admisión psiquiátrica sea cuestionable.
Martin Arieh Rudolph, presidente de la comunidad judía de Bamberg, Baviera, le envió una carta a la presidenta de la comunidad judía de Stuttgart, Barbara Traub, preguntándole si ella y la comunidad judía podían intervenir para ayudar a Zhvanetskaya.
Traub se ha enfrentado recientemente a críticas por no haber tomado medidas contra la promoción de la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) de Stuttgart en su sitio web, así como la asociación pro iraní entre la ciudad de Friburgo e Isfahan.
La semana pasada, un tribunal regional clasificó como antisemita a Michael Blume, el funcionario asignado para garantizar la vida judía y luchar contra el antisemitismo en Stuttgart. Los judíos alemanes, el Centro Wiesenthal y los israelíes han instado a Blume a renunciar.
El gobierno vetó de por vida la entrada y residencia en el país a la española Isabel Peralta, que se hizo conocida en febrero de 2021 en medio de un homenaje a la División Azul en Madrid por su discurso antisemita.
En marzo del año pasado, Alemania le había prohibido la entrada, según informaron medios locales.
La República Federal alemana le priva el derecho a la libertad de movimientos por ser un “peligro para la seguridad y el orden público”. Desde la policía alemana se aclara que se puede suspender su derecho a recorrer la zona Schengen, dado que podría expandir su mensaje “fascista y antisemita con una intensidad aún mayor”.
Si Isabel Peralta quiere apelar esta decisión, debería demostrar que “no es una amenaza para la seguridad y el orden público en Alemania”. Si Peralta incumple esta orden, se enfrentará a “cárcel de un año o una multa”.
Asimismo, un iraní sospechoso de planear un atentado terrorista con armas químicas fue detenido en Castrop-Rauxel, al nordeste de Düsseldorf (Alemania), informaron la Fiscalía de Düsseldorf, la Policía de Recklinghausen y la Policía de Münster.
Según las autoridades locales, el iraní, de 32 años, es sospechoso de preparar un «atentado de motivación islamista» con cianuro y ricina.
El iraní y otra persona fueron detenidos y se aseguraron pruebas.
El diario alemán Die Welt señaló que los investigadores asaltaron la residencia del iraní alrededor de la medianoche. El lugar de los hechos fue acordonado y acudieron policías, bomberos y personal de rescate, muchos de ellos con trajes de protección.
Las pruebas recogidas por los investigadores fueron llevadas en barriles azules a un punto de descontaminación habilitado por los bomberos, según Die Welt.
Por otro lado, el diario alemán Bild expresó que un «servicio de inteligencia amigo» comunicó a las autoridades alemanas del peligro de un ataque con armas químicas. El diario añadió que los dos sospechosos fueron detenidos por la policía cuando solo vestían calzoncillos y una chaqueta improvisada.
El iraní se enfrenta a cargos de «preparación de delito violento grave que pone en peligro al Estado», que conlleva una pena de prisión de hasta 10 años.
En noviembre, fuentes de la seguridad del Estado alemán acusaron al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) de contratar terrorismo de Estado contra sinagogas alemanas en el estado de Renania del Norte-Westfalia y de espiar al presidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania.
Los atentados consistieron en un tiroteo dirigido contra una sinagoga de Essen y un ataque incendiario fallido contra una sinagoga de Bochum.
Anteriormente, el IRGC contrató a un paquistaní para asesinar a pro israelíes en Alemania y Francia.