Itongadol.- (Yuval Barnea -The Jerusalem Post) El ex primer ministro israelí (2006-2009) Ehud Olmert firmó un acuerdo con Nasser al-Qudwa, sobrino del ex presidente de la Autoridad Palestina (AP), Yasser Arafat, el 17 de julio de 2024, en el que pactaron ‘‘trabajar juntos para promover el logro de la paz en Medio Oriente’’, a través de una aplicación exitosa de la solución de dos Estados con las fronteras de 1967 como base.
El acuerdo se basa en la famosa y misteriosa solución de Olmert presentada a Mahmoud Abbas en 2008, según informó la semana pasada el medio de comunicación hebreo N12.
Este acuerdo establece que el Estado judío se anexionaría el 4,4% del territorio total de Cisjordania, intercambiando a la AP en su lugar parte del territorio israelí.
Tanto Olmert como al-Qudwa pidieron una aceptación mutua acerca de qué lugares intercambiar, teniendo en cuenta la seguridad y la viabilidad de ambas partes. Los intercambios incluirían un corredor que uniera Gaza y Cisjordania como parte de ese 4,4%.
El apoyo a la administración Biden
Olmert y al-Qudwa expresaron su apoyo al plan presentado por el presidente Biden en el Consejo de Seguridad de la ONU, que pedía la creación de un ‘‘Consejo de Comisionados’’ para gobernar la Franja tras una retirada israelí.
‘‘Este Consejo debería estar vinculado orgánicamente a la AP y, junto con el Consejo de Ministros, debería preparar tanto Cisjordania como la Franja de Gaza para la celebración de elecciones generales en un plazo de 24 a 36 meses’’, afirmaba el plan.
Además, Olmert y al-Qudwa habrían acordado la creación de una Presencia Árabe Temporal de Seguridad que se desplegaría en Gaza y que se coordinaría con las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y con una nueva fuerza de seguridad palestina establecida por el Consejo de Comisarios.
El mandato de la Presencia Árabe Temporal de Seguridad consistirá en impedir ataques desde el enclave costero palestino a Israel. En la misma línea, también se planteó la posibilidad de estacionar fuerzas internacionales a lo largo del río Jordán.
El acuerdo hace hincapié en que el Estado palestino será un Estado no militarizado, salvo para las necesidades de policía interna y fuerzas de seguridad. Además, el convenio hace referencia a la necesidad de establecer una ‘‘Conferencia de Donantes’’ formada por países ricos dispuestos a participar seriamente.
El reparto de Jerusalem
En cuanto a la capital, Israel recibirá la totalidad de la parte de Jerusalem Oeste, sumado a los barrios judíos construidos después de 1967, que se incluirán en el 4,4%. Con respecto a los barrios árabes, todos los que no formaban parte de Israel antes de 1967 serían parte de la Jerusalem palestina.
La Ciudad Vieja, por su parte, sería administrada por un fideicomiso de cinco Estados, incluidos Israel y Palestina, que tendría ‘‘autoridad en todas las zonas según las normas definidas por el Consejo de Seguridad de la ONU’’.
El acuerdo también reconoce el papel histórico especial del rey de Jordania en la Ciudad Vieja.
‘‘No habrá limitaciones al culto ni a la circulación en la Cuenca Santa. Judíos, musulmanes y cristianos tendrán libertad de acceso a los Santos Lugares, respectivamente. Ningún país tendrá la soberanía política exclusiva de la Cuenca Santa’’, detalla el acuerdo.
En conclusión, según el N12, Olmert y al-Qudwa hicieron un llamamiento a las partes pertinentes de ambos lados para que negocien otros elementos importantes en busca de un acuerdo final, con el objetivo de que se adopte como base para una futura resolución.