Inicio MEDIO ORIENTE Mientras Egipto se niega a abrir el paso fronterizo de Rafah, la ayuda humanitaria tan necesaria empieza a pudrirse

Mientras Egipto se niega a abrir el paso fronterizo de Rafah, la ayuda humanitaria tan necesaria empieza a pudrirse

Por Gustavo Beron
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Itongadol.- Algunos de los tan necesitados suministros de alimentos que esperaban entrar en la Franja de Gaza desde Egipto han empezado a pudrirse mientras el paso fronterizo de Rafah permanece cerrado para las entregas de ayuda por tercera semana después de que Egipto se negara a reabrir el paso mientras las FDI controlen el lado palestino.

El paso fronterizo de Rafah -que limita con Egipto y ha sido la principal puerta de entrada y salida de mercancías y personas de Gaza- lleva cerrado desde que el 7 de mayo Israel dijera que se lo había arrebatado a Hamás.

Después de que las FDI tomaran el control del cruce, Egipto puso fin a la coordinación para que los camiones de ayuda pasaran de su territorio a Gaza, insistiendo en que el otro lado del cruce estuviera bajo control palestino antes de que se reabriera.

Como consecuencia de ello, se ha ido acumulando la ayuda acumulada en la carretera entre el lado egipcio del paso y la ciudad de al-Arish, a unos 45 kilómetros al oeste de Rafah y punto de llegada de las donaciones de ayuda internacional.

En un intento de los conductores de la ayuda de descargar suministros podridos, algunos de los alimentos que se habrían destinado a Gaza se han vendido a precio reducido en el mercado local del norte del Sinaí, lo que ha llevado a la confiscación de existencias de huevos podridos, según funcionarios locales del Ministerio de Suministros de Egipto.

Un camionero, Mahmoud Hussein, dice que sus mercancías llevaban un mes cargadas en su vehículo, estropeándose poco a poco al sol. Algunos de los alimentos se están desechando, otros se venden baratos.

«Manzanas, plátanos, pollo y queso, muchas cosas se han podrido, algunas cosas se han devuelto y se están vendiendo por una cuarta parte de su precio», dice, agachándose bajo su camión en busca de sombra.

«Siento decir que las cebollas que llevamos como mucho se las comerán los animales por los gusanos que tienen».

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