Itongadol.- Tropas de las Fuerzas de Defensa de Israel dispararon cerca de una delegación diplomática que visitaba Jenín el miércoles, después de que el grupo se desviara de un camino aprobado en una zona de combate activo, según el ejército. No se registraron heridos.
El incidente se produjo mientras 25 embajadores y diplomáticos árabes y europeos recorrían la zona, según funcionarios palestinos. Un vídeo del lugar de los hechos muestra a soldados de las IDF realizando disparos de advertencia al aire cuando los diplomáticos se acercaban a una verja amarilla que los separaba de los militares. En una entrevista realizada a un miembro de la delegación se oían disparos de fondo.
El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani, calificó el tiroteo de «inaceptable» y exigió «una aclaración inmediata del gobierno israelí sobre lo sucedido». Las amenazas a diplomáticos son intolerables», declaró. Tajani dijo también que se convocará al embajador de Israel en Italia.
Las FDI dijeron que la delegación había coordinado su visita con antelación y había recibido instrucciones de seguir una ruta específica debido a las operaciones militares en curso en la zona. «Una investigación preliminar indica que la delegación se desvió de la ruta aprobada y entró en una zona restringida», dijo el ejército. «La fuerza de las IDF en el lugar realizó disparos de advertencia. No hubo víctimas ni daños».
Al parecer, algunos miembros de la delegación se acercaron al campo de refugiados de Jenin, donde las tropas de las IDF llevan varios meses operando. Los soldados dispararon para mantener al grupo a una distancia segura, dijeron los militares.
El campo de refugiados de Jenin ha sido durante mucho tiempo un foco de actividad militante palestina y lleva varios meses bajo control de las FDI. Decenas de tropas israelíes, junto con unidades de la Policía de Fronteras, permanecen estacionadas allí. Mientras tanto, la ciudad de Jenín ha recuperado parcialmente la normalidad, con escuelas y centros comerciales abiertos. Las autoridades israelíes también han vuelto a permitir que los ciudadanos árabes de Israel compren en la ciudad los fines de semana, lo que ha generado millones de shekels en ingresos locales.