Itongadol.- En las horas previas al amanecer del jueves, mientras el Ministro de Defensa Israel Katz se dirigía al centro de mando subterráneo de la Fuerza Aérea, los oficiales de inteligencia israelíes daban los toques finales a una operación que llevaba semanas preparándose. La «Operación Ciudad Blanca» estaba a punto de desarrollarse.
La campaña, meticulosamente planificada durante varias semanas, vio a 14 aviones de combate israelíes ejecutar un complejo ataque en dos oleadas en lo más profundo del territorio yemení. La primera oleada se lanzó a las 3:15 de la madrugada y tuvo como objetivo la región costera situada a más de 1.700 kilómetros de Israel. La segunda oleada golpeó a las 4:30 a.m., alcanzando -por primera vez- las afueras de la capital Sanaa.
Esta misión cuidadosamente orquestada se produjo en respuesta a una amenaza creciente: los hutíes habían disparado más de 200 misiles tierra-tierra y desplegado más de 170 vehículos aéreos no tripulados contra Israel. La respuesta de las IDF tendría que ser decisiva.
El alcance de la operación no tuvo precedentes. Se lanzaron docenas de municiones sobre cinco objetivos estratégicos, incluidos los puertos de Hodeidah, Ras Issa y Al-Salif, junto con dos localidades cercanas a Sanaa. Los objetivos iban desde depósitos de petróleo y centrales eléctricas hasta infraestructuras marítimas, incluidos remolcadores fundamentales para las operaciones portuarias.
Algunos objetivos se encontraban a unos 2.000 kilómetros de Israel, lo que supuso uno de los ataques de mayor alcance de la historia de la FAI, y obligó a los aviones a reabastecerse en vuelo durante la misión. Todos los aviones regresaron sanos y salvos a la base.
«Esta noche hemos golpeado objetivos estratégicos de la organización terrorista Houthi en Yemen una vez más. El largo brazo de Israel también los alcanzará», declaró Katz tras la operación. «Quien levante una mano contra Israel – su mano será cortada, quien nos golpee – será golpeado siete veces más».
El portavoz de las FDI, contralmirante Daniel Hagari, explicó más tarde el momento estratégico. «En sólo las últimas dos semanas, los Houthis lanzaron un UAV que golpeó un barrio residencial en el sur de Israel, y el domingo dispararon un misil de largo alcance hacia el centro de Israel», dijo, y agregó que »El régimen de Irán financia, arma y dirige las actividades terroristas de los Houthis.»
La cadena Al-Masirah, afiliada a los houthis, informó de al menos nueve víctimas de los ataques. Mientras tanto, el alto cargo houthi Mohammed al-Bukhaiti declaró que sus «operaciones militares de apoyo a Gaza continuarán», advirtiendo que «la escalada será respondida con escalada.»
El impacto fue inmediato y grave. Tras los daños anteriores a las grúas y el ataque del jueves a los remolcadores, las operaciones en los tres puertos marítimos controlados por los Houthi están ahora completamente paralizadas. Las FDI hicieron hincapié en que no se trataba de un ataque reactivo a provocaciones anteriores, sino de una operación cuidadosamente planificada, desarrollada a lo largo de varias semanas de recopilación de información y planificación estratégica.