Itongadol/AJN.- «He llegado a un callejón sin salida y presentaré mi renuncia», anunció hoy, martes, el primer ministro libanés, Saad al-Hariri (foto), a raíz de las masivas protestas contra la corrupción que se multiplicaron en todo el país en las últimas semanas.
Es la segunda vez que toma esta decisión, ya que había hecho lo propio en noviembre de 2018, durante una visita a Arabia Saudita.
Con esa frase, Hariri se refirió a sus infructuosos intentos de reorganizar el gabinete o formar un nuevo gobierno para satisfacer los reclamos, pero el presidente, Michel Aoun, y la fracción política de la organización terrorista Hezbollah se negaron a «sacrificar» al ministro de Relaciones Exteriores, Gebran Bassil, del Movimiento Patriótico Libre.
En cambio, promueven disuadir a la gente con medidas de fuerza y represión para reabrir los caminos cerrados.
Los manifestantes, que protestan contra la malversación de las finanzas estatales y acusan a sus líderes de empujar al Líbano hacia un colapso económico, celebraron al enterarse de la renuncia de Hariri.
Los bancos, las escuelas y muchas empresas han cerrado sus puertas por temor a la violencia.