Itongadol/AJN.- En un acto en Israel para conmemorar los 30 años del atentado a la sede diplomática israelí en Buenos Aires, el embajador de Argentina en el Estado Hebreo, Sergio Urribarri, afirmó hoy: El terrorismo merece nuestra condena sin condicionamientos y sin atenuantes”.
El acto se llevó a cabo hoy en el Parque de la Amistad Argentina-Israel de KKL, ubicado en el Bosque Ben Shemen. Contó con la participación de representantes de los sobrevivientes y de los familiares de las víctimas, del vicepresidente Mundial de KKL, Hernan Felman; el ex embajador de Israel en Argentina, Daniel Gazit; y el también ex embajador de Israel en Argentina y sobreviviente del atentado Rafi Eldad. Además, participarán representantes del Gobierno de Israel, del Ministerio de Exteriores, de la Organización Sionista Mundial, la Agencia Judía y la OLEI.
Discurso completo de Urribarri:
Estimados colegas y amigos del Fondo Nacional Judío, del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, y de la comunidad argentina,
El 17 de marzo de 1992 la Embajada del Estado de Israel fue atacada en un atentado terrorista por entonces sin precedente en nuestro país. 22 personas perdieron la vida y 242 resultaron heridas. Israelíes y argentinos, judíos y no judíos, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos fueron afectados por este ataque que buscó dañar a nuestros dos países y la relación que nos une.
Subrayo lo primero porque permite observar cómo actúa el terrorismo: de modo indiscriminado, sin consideración alguna por las vidas humanas que se cobra su accionar delictivo, de supuesta inspiración política o religiosa. Quienes atacaron buscaron matar, y decidieron hacerlo sin que les importara quiénes morirían. El terrorismo merece nuestra condena sin condicionamientos y sin atenuantes, actúe donde actúe, y cualquiera sea la bandera que alegue para su obra de destrucción.
A su vez, es importante observar que el ataque a una embajada reviste un carácter simbólico muy marcado. Se busca atacar al país que «envía» la embajada, como se dice en la jerga; pero también al país que la recibe; y al mismo tiempo ensombrecer la relación que los une, perjudicar la amistad que esas dos naciones construyeron, en la vida entrelazada de sus pueblos, en la acción de sus gobiernos y también, naturalmente, en el esfuerzo cotidiano de quienes trabajamos en las embajadas.
Por ese motivo es importante para mí hoy enfatizar que los terroristas no lograron su objetivo. A treinta años de este artero ataque se cobró la vida de 29 personas de nuestros dos países, la amistad entre nuestros dos pueblos continúa prosperando y desarrollándose. Quienes están acá conocen la profundidad de la relación que nos une y saben del cariño y valoración que existe en Israel hacia la Argentina y en la Argentina hacia Israel. Los terroristas del 17 de marzo de 1992 buscaron sepultar nuestra amistad en las ruinas de la Embajada de Israel en Buenos Aires y solo lograron lo contrario.
Otro elemento de primera relevancia en en la lucha contra el terrorismo es, claramente, la conservación cotidiana de la memoria. Durante mi gestión como gobernador de la provincia argentina de Entre Ríos, en el año 2011, emití un decreto que establece la obligatoriedad de la enseñanza de la Shoá en todas las escuelas, públicas y privadas, de nivel primario y secundario de la provincia. Es una política de Estado que aún sigue vigente. Este tipo de medidas, que promueven el conocimiento y la consciencia del pasado, son esenciales para evitar su repetición. Por eso debemos efectuar, cada uno desde su lugar, los esfuerzos necesarios para conservar viva la memoria de hechos terribles como el que hoy conmemoramos.
Antes de terminar quería agradecer al Kakal, al Fondo Nacional Judío, por haber organizado esta conmemoración, y recordar a todos los presentes que las puertas de nuestra Embajada se encuentran permanentemente abiertas a sus ideas, a sus propuestas y a sus consejos, para mejorar diariamente en nuestra labor de engrandecer la amistad entre nuestras dos naciones. Es el mejor homenaje que podemos hacer a las víctimas del atentado a la Embajada de Israel.