Itongadol/AJN.- Un informe publicado el domingo por un periódico británico reveló nuevos relatos de testigos presenciales sobre la violencia sexual perpetrada por terroristas de Hamás el 7 de octubre.
Los supervivientes de los ataques de Hamás y aquellos encargados de investigar y reconstruir lo ocurrido ese día compartieron con The Sunday Times detalles de violaciones y mutilaciones que presenciaron durante y después del devastador ataque.
Yoni Saadon, de 39 años, que sobrevivió a la masacre del festival de música Nova en la que murieron unas 360 personas, dijo al periódico que se escondió bajo los cadáveres durante varias horas para evadir ser capturado y asesinado por los terroristas de Hamás. Durante ese tiempo, fue testigo de varias escenas que, según manifestó, continúan atormentándolo cuando cierra los ojos por la noche.
En un momento, vio a una mujer rodeada por “ocho o diez combatientes golpeándola y violándola” antes de que la mataran a tiros.
“Cuando terminaron, se reían”, destacó al Sunday Times.
Yoni Saadon, one of the witnesses, recounts in the Times:“I saw this beautiful woman with the face of an angel and eight or ten of the fighters beating and raping her. She was screaming, ‘Stop it — already I’m going to die anyway from what you are doing, just kill me!’ When they… pic.twitter.com/uEXCFpz7Pk
— Eli Dror (@edrormba) December 3, 2023
El testimonio de Saadon es uno de los muchos que surgieron tras el ataque liderado por Hamás el 7 de octubre, en el que miles de terroristas irrumpieron en Israel desde Gaza, matando al menos a 1.200 personas, en su mayoría civiles, y tomando unos 240 rehenes.
Además del devastador número de muertos y de rehenes, surgieron pruebas de la espantosa brutalidad, incluidas familias quemadas vivas, bebés masacrados delante de sus padres, torturas y otros horrores.
La policía israelí afirmó que está investigando pruebas de violencia sexual, que van desde supuestas violaciones en grupo hasta mutilaciones post-mortem.
Hasta ahora, su investigación ha reunido “más de 1.500 testimonios impactantes y difíciles” de testigos, médicos y patólogos, según afirmó un oficial de policía a la Knesset (Parlamento israelí) la semana pasada.
“Estaban tratando de sembrar todo el horror que podían: matar, quemar vivos, violar”, dijo Haim Outmezgine, miembro de los servicios de rescate de ZAKA, que ha estado trabajando día y noche recogiendo los restos de los muertos. “Parecía que su misión era violar a tantas [personas] como fuera posible”.
Una arquitecta identificada por el Sunday Times sólo como Shari, describió lo que había visto durante un período de dos semanas como voluntaria en un grupo que preparaba los restos de víctimas femeninas para el entierro.
“Abrir las bolsas para cadáveres nos dio miedo porque no sabíamos lo que veríamos”, dijo. “Todas eran mujeres jóvenes. La mayoría con poca ropa o ropa hecha jirones y sus cuerpos ensangrentados, especialmente alrededor de la ropa interior, y a algunas mujeres les dispararon muchas veces en la cara como para mutilarlas”.
Tanto los testimonios de Outmezgine como los de Shari incluyeron detalles increíblemente gráficos y perturbadores, que muchos medios israelíes decidieron no reproducir.
Tras siete semanas de silencio, la ONU emitió el jueves una condena y se comprometió a investigar los crímenes sexuales cometidos por Hamás.
“Existen numerosos relatos de violencia sexual durante los abominables actos de terrorismo perpetrados por Hamás el 7 de octubre que deben ser investigados y enjuiciados enérgicamente», escribió el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en X (ex Twitter) el 30 de noviembre, casi ocho semanas después del ataque terrorista. “La violencia de género debe ser condenada. En cualquier momento. En cualquier lugar.”