Itongadol.- El primer ministro Benjamin Netanyahu defiende su historial durante una tormentosa sesión de la Knesset, insistiendo en que Israel está «avanzando sistemáticamente hacia la consecución de los objetivos de la guerra: la liberación de los rehenes, la eliminación de Hamás y la garantía de que Gaza ya no supone una amenaza para Israel».
En su intervención durante el llamado debate de las 40 firmas -que la oposición puede convocar una vez al mes y al que el primer ministro está legalmente obligado a asistir- sobre el «gobierno del abandono», Netanyahu devuelve el golpe a los críticos, argumentando que Israel está logrando sus objetivos en Gaza mediante una «combinación de presión política y militar.»
«Hamás está realmente bajo presión porque estamos eliminando a sus comandantes, a miles de sus terroristas, porque hemos entrado en Rafah y en [el] [Corredor] Philadelphi y lo tenemos agarrado por el cuello», afirma.
Tras afirmar que ha resistido «enormes presiones dentro y fuera del país», Netanyahu declara que, a pesar de las críticas de la Knesset y de los medios de comunicación que afirman que es imposible derrotar a Hamás, Israel está «en camino de la victoria absoluta».
«Vamos a eliminar este gobierno neonazi en Gaza, a eliminar las capacidades militares y gubernamentales de Hamás y estamos avanzando paso a paso», afirma. «Nos dijeron que Hamás no accedería a liberar a los rehenes sin que antes accediéramos a poner fin a la guerra. De repente está de acuerdo. Cuanto más persistamos en la presión, más cederá. Y ésta es la única manera de liberar» a los rehenes.
«Le darías a [Muhammad] Deif un acuerdo sobre el gas en Gaza como hiciste en Líbano», acusa Netanyahu, refiriéndose a un acuerdo que demarcaba una frontera marítima entre Israel y Líbano que se firmó bajo el gobierno del ahora líder de la oposición Yair Lapid en 2022.
Muhammad Deif era el comandante del ala militar de Hamás y se cree que probablemente murió en un reciente ataque aéreo israelí.
«Estamos decididos a ganar la guerra y a devolver a todos nuestros rehenes. La clave es presión, presión y más presión. La presión de la que hablo debe dirigirse a [el dirigente de Hamás Yahya] Sinwar. Su presión sobre mí no servirá de nada», concluye Netanyahu, desestimando los llamamientos a crear una comisión estatal de investigación sobre el fracaso del gobierno el 7 de octubre ahora, mientras la guerra continúa.