Itongadol.- El sargento mayor de la Policía de Israel Ron Shakuri, de 61 años, quien ayer, domingo, fue asesinado en un ataque de terroristas palestinos cerca de Tarkumiya con dos compañeros de trabajo en el distrito de Shai, fue enterrado en el cementerio de Sderot, frente a la tumba de su hija, Mor, también policía, asesinada por un francotirador de la organización terrorista palestina Hamás en una comisaría de esa ciudad el 7 de octubre.
El comisionado Danny Levy y decenas de policías participaron en el funeral.
Su viuda, Ayala, dijo ante su tumba: «Mi Roni, ¿quién me dará un beso en la mañana? ¿Quién cuidará de mí? ¿Quién estará ahí para mí? ¿Por qué te fuiste? Mi mundo se vino abajo hoy. No eras para mí solo mi marido, sino mi compañero y alma gemela.»
Su hija Sapir Shitrit agregó: «Eras un hombre humilde y modesto. Te admiraba, y la grandeza que tenías. Quienes te conocieron lo saben: un alma pura y limpia. Nunca le hiciste daño a nadie. Sos la prueba de que D’s solo se lleva a los buenos. Espero que ahora seas feliz ya que Mor está a tu lado. Solo yo sé lo aplastado por dentro que estabas por su muerte. Ahora estás cerca de ella, los dos juntos ante la Divina Providencia. Gracias por el privilegio de ser tu hija. Descansa en paz, amor de mi corazón.»
En tanto, el difunto comandante Arik Ben Eliyahu, de 37 años, de Kiryat Gat, dejó esposa y tres hijos.
En su funeral en la sección militar del cementerio de esa ciudad, su madre, Esther, leyó: «Eras un orgullo para la familia. ¿Cómo seguiremos sin ti? Ya sabía esa mañana que te había pasado algo. Mi hijo se ha ido. No puede ser, quiero recuperar a mi hijo».
Su hermana dijo: «todo lo que tocabas se convertía en oro. Eras un campeón en artes marciales, toda tu habitación estaba decorada con medallas y trofeos. ¿Cómo podemos hablar de vos en pasado? Gracias a vos me uní a la Policía. Ibas a ser ascendido la próxima semana y me dijiste que tenía que ir a la ceremonia».
Moran, la esposa de Arik, dijo: «Amor mío, siempre me hiciste sentir una reina. Fuiste el mejor padre que existe, un padre perfecto para Elia, Noia y Shai Li. Los cuidaré, lo prometo. Tuve el privilegio de vivir acompañada por vos».
A pesar del peligro que conlleva servir en Judea y Samaria, en los últimos meses la preocupación de Hadas Brentz estaba en otra parte: en su hijo de 20 años, que sirve en una unidad de combate y está actualmente luchando en la Franja de Gaza.
Fue enterrada esta mañana, en el cementerio de Sde Moshe, junto a Kiryat Gat.
Brentz tenía 53 años y en Pesaj recibió el rango más alto para un agente de policía que no es oficial. Ese fue un reconocimiento por parte de sus comandantes a la excelencia en su puesto en el Departamento de Evaluación de la Unidad de Lucha contra el Crimen de la región de Yehuda.
«Fue policía durante más de 20 años y realmente le gustaba el servicio en la región de Merhav Yehuda», dijo un compañero de trabajo. «El peligro en las rutas no la disuadía».
Dejó atrás a tres hijos: un joven de 24 años, un soldado de 20 y un estudiante de 16.
Un oficial superior que sirvió con ella añadió: «Era una excelente profesional. Realmente amaba su trabajo en inteligencia y se destacaba en él. Merhav Yehuda era como su hogar. Quería terminar allí su carrera policial. Ya se veía en el horizonte, dentro de unos años más».