Itongadol/AJN.- El cruce de Erez que conecta a Israel con la Franja de Gaza se ve a simple vista como la terminal de cualquier aeropuerto internacional con sus rigurosas medidas de seguridad y estrictos controles, solo que, quienes pasan por allí no son turistas, sino que son residentes de Gaza que lograron obtener un permiso para trabajar en Israel, informó el canal 12 de Israel en un informe del periodista Ohad Hamo.
Si hasta esta semana podían ingresar a Israel cinco mil quinientas personas, desde esta mañana, esa cifra aumentó a siete mil, y podría aun subir más.
Hasta el 12 de marzo de 2006 unos 15 mil palestinos ingresaban a Israel diariamente, solo que en la fecha citada anteriormente, el presidente de la Autoridad Palestina Mahmoud Abbas formó coalición con el palestino Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) y la cantidad de trabajadores se redujo dramáticamente.
Quince años después y habiendo pasado tres guerras, Israel comienza lentamente a aplicar una política de apertura hacia la Franja de Gaza.
“La autorización es como mi alma, sin ell,a me suicido o estoy muerto”, quien habla es Majid, un trabajador palestino de la Franja de Gaza que todos los días cruza a Israel para trabajar y así poder mantener a su familia.
Ahmed, otro palestino de Gaza, también en diálogo con el periodista israelí agrega: “Todos quieren trabajar en Israel, en Gaza todos lo desean”.
Quien busque las razones para una relativa estabilidad en Gaza, probablemente las encuentre aquí. Los palestinos que tienen el “privilegio”, porque no todos pueden acceder a él, de trabajar en Israel ganan entre cinco mil o siete mil shekels (1,458.17 y 2,041.44 dólares) al mes, diez veces más de lo que ganarían en el territorio palestino.
En promedio, cada palestino que cruza a trabajar a Israel mantiene a diez personas en promedio. Así exactamente se obtiene la calma regional, al parecer.
Kamel, un comerciante del rubro de electricidad de Gaza, asergura que el número de palestinos que obtienen permiso para trabajar en Israel no es suficiente. “Es una gota en el mar. Tenes dos millones de almas, dividilas por siete mil, ¿Cuántos cada uno necesita mantener?”, cuestionó para luego preguntar: “¿Por qué traen trabajadores desde Tailandia?”.
Al ser preguntado por el periodista israelí Ohad Hamo, por qué no se rebelan contra Hamás, el comerciante contestó que no hay tal mentalidad en Gaza, y que “cualquier tontería que hagas, la terminas pagando cara”.
Cualquiera que pregunte por qué no hay una rebelión contra Hamás en Gaza recibirá la respuesta aquí. Lo que está claro es que después de una década de bloqueos y penurias, Israel da ahora una mínma esperanza.
Según se estima, siete mil trabajadores es una cantidad temporal de trabajadores palestinos que ingresan a Israel. Desde Jerusalem quieren sumar otros tres mil. Desde el Gobierno se piensa que los siete mil que actualmente trabajan ingresan a Gaza 35 millones de shekalim (unos 10,206,250.31 de dólares) al mes a la Franja de Gaza.