Itongadol.- En un emotivo y desgarrador discurso durante el funeral, Ofri Bibas Levy, hermana de Yarden Bibas, compartió las palabras que ha estado escribiendo durante más de un año.
«La incertidumbre, la ansiedad y la preocupación por ustedes no dejaron descansar mis pensamientos. Cada vez que mi mente comenzaba a formular estas palabras, las apartaba con fuerza, con el poder de mi amor por ustedes, con la esperanza de que regresarían», expresó Bibas Levy.
Durante dieciséis meses, su vida estuvo marcada por el dolor y la espera. «Siempre hablar de ustedes me lastimaba y aumentaba la nostalgia, pero al mismo tiempo los mantenía presentes, vivos. ¿Cómo puede ser que ya no estén aquí?», lamentó.
Entre los recuerdos y el pesar, Bibas Levy habló de lo que nunca podrá volver a compartir con Shiri, la esposa de su hermano. «Nunca podré planear otro picnic de Shabat con ella, no veremos a nuestros hijos corriendo para abrazarse, no podremos reírnos de Yarden juntas ni preocuparnos por él. No recibiré la ropa que solía darme para mi bebé Afik, nacido en los últimos 15 meses», dijo con tristeza.
Nada tiene sentido, confiesa. Nada se siente real. «Shiri, fuiste la compañera perfecta para Yarden. No podría haber pedido a alguien mejor para él. Amorosa, sensible, atenta, comprensiva. La fortaleza que le diste todos estos años ahora la recibimos a través de él. No te preocupes por Yarden, es fuerte y maravilloso, y sigue haciéndonos reír. Y nosotros lo cuidaremos. Lo prometo».
Bibas Levy también recordó con dolor a sus sobrinos, Ariel y Kfir, imaginando el futuro que nunca podrán vivir. «Cómo imaginé verlos crecer juntos, llegar a la edad del servicio militar y luego viajar por Sudamérica. ¡Cuánto los extrañamos!».
Sobre el pequeño Kfir, que solo tenía 10 meses cuando fue asesinado, lamentó el poco tiempo que pudieron compartir. «No llegamos a hacer nada juntos. Ni siquiera pude comprarte un regalo para tu primer cumpleaños».
Cada vez que ve a sus propios hijos, Bibas Levy los recuerda. «Cada vez que veo un disfraz de Batman o escucho la risa de un bebé, ahí están ustedes. Así quiero recordarlos: felices, riendo, como la familia que eran».
En su discurso, también hizo un llamado a la responsabilidad. «Muchos piden perdón a ustedes, a Yarden y a nosotros. Pero la culpa no es de ellos. Esta tragedia no debió ocurrir. No debieron ser tomados y debieron haber regresado con vida».
«El perdón significa asumir responsabilidad y comprometerse a actuar de manera diferente, aprender de los errores», subrayó. «No tiene sentido hablar de perdón antes de que se investiguen los fallos y todos los responsables asuman su parte. Esta tragedia, tanto para nuestra familia como para nuestra nación, no debió suceder y no debe repetirse».
Con una frase contundente, Bibas Levy cerró su discurso: «Podrían haberte salvado, pero prefirieron la venganza. Perdimos. Nuestra imagen de ‘victoria’ nunca se concretará. Nuestra lucha contra los enemigos será eterna, pero debemos recordar siempre santificar la vida, el amor al prójimo, el respeto por los muertos y nunca dejar a nadie atrás. De lo contrario, perderemos nuestra esencia».
Finalmente, se dirigió a sus sobrinos con una promesa: «Luli y Firfir, el mundo los conoció de la forma más trágica, pero les prometo que haremos todo para que su memoria sea de inocencia, amor y bondad. Tal como los criaron su mamá Shiri y su papá Yarden».