Itongadol.- El Primer Ministro Benjamin Netanyahu dio instrucciones el martes a los ministros y funcionarios para que confirmen con él antes de celebrar o informar públicamente sobre cualquier reunión diplomática encubierta, tras la debacle a raíz de la reunión en Roma del Ministro de Asuntos Exteriores Eli Cohen con su homólogo libio, dijo la PMO. Tras conocerse la noticia de la reunión, los libios se echaron a la calle para protestar y Najla Mangoush se vio obligada a huir a Turquía antes de ser destituida. El Primer Ministro afirmó que no había sido informado con antelación.
Funcionarios israelíes afirmaron que la reunión había sido concertada previamente por los dirigentes italianos y no fue aleatoria o accidental, como afirmaban los libios. Los ministros israelí y libio acordaron incluso hacer declaraciones públicas en un par de días, aunque no se iba a difundir ninguna foto de ambos. Cohen regresó a Israel con la intención de anunciar la reunión, pero una filtración del evento, interfirió en su plan. El Ministerio de Asuntos Exteriores afirmó que la filtración no procedía de la oficina de Cohen.
Cuando se conoció la noticia, el ministerio consideró sus opciones y decidió emitir un comunicado oficial a última hora del domingo, lo que finalmente fue un error. Los funcionarios informaron al gobierno de Trípoli del anuncio pendiente y no recibieron respuesta alguna de los libios.
Los disturbios que siguieron sorprendieron a las autoridades de ambos países. El primer ministro, Abdul Hamid al-Dbeibeh, suspendió primero a su ministra de Asuntos Exteriores, que se sorprendió de la rapidez con que la habían echado del país y se apresuró a abandonar el país en un jet privado con destino a Estambul. Fue destituida oficialmente al día siguiente, tras declarar que su reunión con Cohen contó con el conocimiento y la aprobación explícitos del primer ministro.
Tras el desafortunado giro de los acontecimientos, miembros del gobierno, especialmente del partido gobernante, el Likud, arremetieron contra Cohen y lo calificaron de aficionado. «Filtró la reunión para conseguir un titular de prensa y causó un grave daño a Israel», dijo uno de ellos. «Los dirigentes árabes serán reacios a acercarse a nosotros, además del daño personal causado al ministro libio.