Itongadol.- Los hospitales de todo el país expresaron el miércoles su preocupación por el aumento del coronavirus y dijeron que se están preparando para una posible cuarta ola de COVID-19 en Israel.
«Los equipos médicos están agotados, aún no se han recuperado de las oleadas anteriores y no podrán soportar otra», dijo un funcionario de salud a Ynet el miércoles al instar a la gente a vacunarse.
A pesar de las preocupaciones del Ministerio de Salud, hasta el momento no ha habido un aumento de hospitalizaciones y casos graves.
El Rambam Health Care Campus en Haifa es el único hospital en el norte de Israel que actualmente trata a pacientes con coronavirus. Hay tres personas hospitalizadas en aislamiento en una sala de medicina interna después de que la sala subterránea de coronavirus que operaba desde octubre pasado fuera cerrada.
Entre los pacientes se encuentra una mujer vacunada de unos 20 años que está embarazada de mellizos. Ella sufre de síntomas leves después de recibir dos dosis de la vacuna Pfizer.
Otros pacientes incluyen una mujer que regresó recientemente de un viaje al extranjero y se dice que se encuentra en estado moderado, y un hombre de 70 años en estado grave que sufre de dificultad respiratoria.
A pesar de que el número de casos graves se mantiene estable, algunos funcionarios de salud siguen preocupados. «Era obvio para nosotros que quitar el mandato de la máscara estaba mal», dijo un funcionario. «La mayoría de los hospitales mantuvieron el mandato dentro de sus instalaciones, a pesar de su eliminación y parece que hicieron lo correcto al hacerlo», dijo.
«Este es el momento de recordarle a la gente que la pandemia no ha terminado y que no debemos ser complacientes», dijo Rian Amin, una enfermera que ha estado tratando a pacientes con COVID-19 desde marzo del año pasado.
«La gente está viajando al extranjero y trayendo nuevas variantes. Las vacunas previenen enfermedades graves, pero aún debemos tener cuidado», dijo. «Todavía estamos en mejor forma que en oleadas anteriores de infección», dijo.
Amin dijo que los profesionales médicos están mejor preparados para tratar a los pacientes y tienen una mejor comprensión de la enfermedad, pero advirtió que la capacidad podría cambiar y depende de nuevas variantes y su efecto sobre la enfermedad.
Con el brote de coronavirus detectado recientemente en el centro del país, el Centro Médico Kaplan en Rehovot dijo que su sala dedicada podría reabrirse en minutos si surge la necesidad. Hay 31 pacientes activos en la ciudad y más de 160 más están en cuarentena. La ciudad vecina de Modi’in tiene 100 casos confirmados.
El Dr. Yoni Shapira del Centro Médico Shamir en el centro de Israel dijo que la mayoría de los casos nuevos se encontraron entre niños y que, en su mayor parte, sufren síntomas leves. Sin embargo, advirtió que podría haber más brotes en el futuro cercano.
«Es posible que veamos un aumento en las hospitalizaciones en las próximas dos semanas», dijo. «Espero que no sea necesario, pero estamos preparados con el personal y el equipo para atender a más pacientes», dijo.
Shapira también advirtió que los equipos médicos podrían estar sujetos a estrés emocional incluso antes de que aumente la cantidad de casos. «Nuestros equipos estaban bajo una tensión mental terrible durante la última ola de morbilidad y están preocupados por tener que lidiar con una situación similar. Pero tengo fe en que se comportarán bien», dijo.
Según el Ministerio de Salud, el martes 50 personas fueron hospitalizadas por complicaciones relacionadas con el COVID en todo Israel, de las cuales 22 estaban en estado grave y 16 con ventiladores. En total, Israel tiene 1.160 casos de virus activos hasta el martes por la noche.