Itongadol.-El portavoz de las IDF, el contraalmirante Daniel Hagari, dijo el viernes que un ataque en la ciudad egipcia de Taba en el Mar Rojo en las primeras horas de la mañana se originó en «la zona del Mar Rojo», en una aparente referencia a los rebeldes Houthi respaldados por Irán en Yemen.
Taba se encuentra en la frontera con Israel, a unos 10 kilómetros de la ciudad meridional de Eilat.
La emisora Al Arabiya citó a un portavoz militar egipcio que dijo que el ataque fue causado por un avión no tripulado.
«En las últimas horas se ha detectado una amenaza aérea en la zona del Mar Rojo. Se enviaron aviones de combate para hacer frente a la amenaza y se está investigando el asunto», declaró Hagari.
«A nuestro entender, el impacto en Egipto tiene su origen en esta amenaza. Israel colaborará con Egipto y Estados Unidos y reforzará la defensa contra las amenazas procedentes de la zona del Mar Rojo», añadió.
Según los medios de comunicación egipcios, seis personas resultaron heridas en el ataque de Taba.
El canal de noticias Al-Qahera, estrechamente vinculado a los servicios de inteligencia egipcios, afirmó que el ataque alcanzó un centro médico en el que estaban aparcadas ambulancias y el edificio administrativo de un hospital.
Las seis personas sufrieron heridas leves y estaban siendo tratadas en un hospital, según el Ministerio de Sanidad egipcio.
Una fuente de seguridad anónima citada por Al Qahera dijo que Egipto se reservaba el derecho a responder al ataque.
Una vez que se determine el origen del lanzamiento, estarán disponibles todas las opciones, añadió.
Mientras tanto, dos fuentes de seguridad egipcias dijeron a la agencia de noticias Reuters que también cayó un proyectil en la ciudad de Nuweiba, en el Mar Rojo.
No estaba claro si el impacto fue el resultado de una interceptación. Las fuentes dijeron que las autoridades seguían recabando más información sobre el incidente.
Las explosiones de Egipto se produjeron días después de que los rebeldes Houthi de Yemen, apoyados por Irán, intentaran disparar misiles contra Israel a través del Mar Rojo.
La semana pasada, el Pentágono anunció que un buque de guerra de la Armada estadounidense interceptó tres misiles que se dirigían al norte y que habían sido disparados por los rebeldes Houthi de Yemen respaldados por Irán, y que podrían haber estado dirigidos contra Israel.
Funcionarios estadounidenses dijeron que el USS Carney, un destructor de la Armada, estaba en el Mar Rojo e interceptó los tres misiles.
Funcionarios israelíes no identificados dijeron a los medios de comunicación en lengua hebrea que los misiles fueron disparados en dirección a Israel.
Además de la amenaza Houthi, el año pasado el líder de la Unidad Nacional, Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra, advirtió que la actividad marítima de Irán en el Mar Rojo era la «más significativa» en una década.
«Irán está ampliando sus actividades en el ámbito marítimo. En el último año, Irán se ha apoderado de petroleros internacionales y ha atacado buques. Hoy podemos confirmar que Irán se está asentando metódicamente en el Mar Rojo, con buques de guerra patrullando la región meridional», declaró Gantz en la conferencia de la Mesa Redonda Gubernamental de The Economist celebrada en Grecia.
Hagari dijo la semana pasada que el ejército israelí estaba preparado para protegerse de posibles ataques de los Houthis respaldados por Irán.
«Esto demuestra las capacidades de defensa de EE.UU., y su capacidad para construir una imagen de la región», dijo Hagari poco después del ataque, señalando la estrecha relación que el IDF tiene con el Mando Central de EE.UU..
«Israel tiene algunas de las mejores defensas aéreas del mundo, y está preparado para amenazas como ésta», añadió.
Los rebeldes Houthi han expresado su apoyo a los palestinos y han amenazado a Israel en medio de la guerra entre Israel y Hamás. El lema del grupo apoyado por Irán es «Muerte a América, Muerte a Israel, Maldición a los judíos, Victoria del Islam».
Irán ha advertido en repetidas ocasiones de que Israel podría enfrentarse a amenazas más amplias si no detiene su guerra contra los terroristas de Gaza, iniciada tras el alboroto terrorista del 7 de octubre de Hamás por el sur de Israel, en el que murieron 1.400 israelíes, en su mayoría civiles.
Israel ha acusado repetidamente a Irán de ser una fuerza clave detrás del ataque coordinado de Hamás contra Israel, en el que consiguió inutilizar la valla fronteriza de alta tecnología de Gaza y sus terroristas cruzaron la frontera para llevar a cabo un asalto devastador contra las comunidades cercanas, que incluyó la toma de al menos 230 personas como rehenes.
Israel afirma que su guerra contra Hamás tiene por objeto destruir la infraestructura del grupo terrorista respaldado por Irán y ha prometido desmantelar la organización tras las masacres del 7 de octubre, minimizando al mismo tiempo los daños a la población civil de Gaza.
Ante la preocupación de que la guerra se extienda con la participación de Irán y sus aliados, entre ellos el grupo terrorista Hezbolá, con sede en Líbano, Teherán ha amenazado repetidamente a Israel con que la región podría descontrolarse si continúa la guerra en Gaza.
El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hossein Amir-Abdollahian, declaró el domingo que había advertido «a Estados Unidos y a su apoderado [Israel]… de que si no detienen inmediatamente el crimen contra la humanidad y el genocidio en Gaza, todo es posible en cualquier momento y la región quedará fuera de control».