Itongadol.- Dos semanas después de la festividad de Purim y de las imágenes de fiestas callejeras en Tel Aviv los casos por coronavirus no se dispararon, e incluso en algunas ciudades las cifras mostraron una tendencia a la disminución.
El pasado mes de diciembre, cuando la población judía en Israel celebraba Janucá, el país comenzaba la tercera ola, la más mortal y con mayor número de casos. Incluso el ritmo reproductivo de la enfermedad se situó en 1.2, condición en que el virus se propaga.
No obstante, en las semanas subsiguientes la cantidad de casos diarios llegó a cuatro mil. También la tasa positividad trepó de 3.5% a casi 6%, a las dos semanas. Estas cifras siguieron subiendo en enero, considerado el “mes mortal”, en el que 1.460 israelíes perdieron la vida.
Durante la festividad de Purim se vieron imágenes de festejos en las calles de Tel Aviv, así como aglomeraciones en la comunidad ultraortodoxa por los festejos, lo que encendió la alarma en las autoridades sanitarias y el temor por un nuevo aumento de casos.
Pese a esto, dos semanas después de los festejos por Purim las cifras son alentadoras. En el comienzo de la festividad había 3.500 casos diarios promedio semanal. En el día de ayer se detectaron solo 2.802 positivos. Contrariamente a lo ocurrido durante y posteriormente a la festividad de Janucá, la morbilidad está disminuyendo.
Festejos por purim, 28 de febrero, Tel Aviv. Foto: Flash 90.
La disminución en la tasa de pruebas positivas, que se redujo en estas dos semanas del cinco y medio por ciento, a menos del tres por ciento.
La pregunta que surge es ¿Qué pasó? y ¿Por qué el cambio? es al parecer los anticuerpos generados por millones de israelíes frente al coronavirus producto de la campaña masiva de inmunización. Lo que parecería indicar una salida ordenada y segura de Israel frente a la pandemia.
No obstante, por experiencia, la sociedad israelí debe prevalecer la cautela y esperar que las cifras no sorprendan nuevamente al país.