La gente se concentra cerca de la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu, en la calle Azza de Jerusalem, en el cuarto día consecutivo de protestas contra la destitución del jefe del Shin Bet, Ronen Bar, y los renovados esfuerzos del gobierno por reactivar su controvertida ley de reforma judicial.
La manifestación también se ve reforzada por los manifestantes que se oponen a la reanudación de los combates en la Franja de Gaza y al fracaso del acuerdo de alto el fuego y toma de rehenes, que ha dejado en la incertidumbre el destino de los 59 cautivos que quedan en Gaza.
Sin dejarse intimidar por el tiempo lluvioso, un grupo que marcha hacia la calle Azza sostiene una pancarta en la que se lee: «La historia la hace el pueblo».
«¡Izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda!», canta el grupo. «¡Todos juntos, hasta que caiga [Netanyahu]!».
Otros marchan junto a la Residencia del Presidente en su camino hacia la calle Azza, ondeando banderas israelíes junto a las banderas amarillas que han llegado a representar la difícil situación de los rehenes.