Itongadol.- El Consejo de Ministros aprobó el domingo el nombramiento del ministro de Energía, Israel Katz, como principal diplomático del país, a la espera de la aprobación de la Knesset, en sustitución del ministro de Asuntos Exteriores, Eli Cohen, que ocupó el cargo durante un año en virtud de un acuerdo interno de rotación del partido Likud.
A pesar de dejar el Ministerio de Asuntos Exteriores, Cohen seguirá siendo miembro del gabinete de seguridad y volverá como ministro de Asuntos Exteriores en 2026, suponiendo que el actual gobierno siga en el poder.
Katz, que ya había sido ministro de Exteriores entre 2019 y 2020, entra en el ministerio en un momento crucial para el servicio diplomático, que debe mantener los lazos internacionales de Jerusalem y representar al país en la escena mundial en medio de la actual guerra entre Israel y Hamás.
Algunos expertos creen que el cambio refleja la política del primer ministro Benjamin Netanyahu de marginar al Ministerio de Asuntos Exteriores recortando y centralizando algunas de sus responsabilidades dentro de su propia oficina.
Desde 2015, Netanyahu ha supervisado una reducción significativa del presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores, lo que ha dado lugar a repetidas disputas salariales, incluida una en 2019 durante la cual las embajadas y consulados israelíes en todo el mundo cerraron en protesta después de que el Tesoro supuestamente diera marcha atrás en acuerdos previos y dijera que obligaría a los enviados a devolver miles de dólares que se les habían reembolsado por gastos.
«El acuerdo de coalición firmado hace un año, que incluía dos rotaciones entre Eli Cohen e Israel Katz como ministros de Asuntos Exteriores, no tenía sentido diplomático antes de la guerra de Gaza, y sigue sin tenerlo ahora», declaró el Dr. Nimrod Goren, investigador principal de Asuntos Israelíes en el Instituto de Oriente Medio y presidente de Mitvim, el Instituto Israelí de Política Exterior Regional.
«Sin embargo, el hecho de que se lleve a cabo como estaba previsto en tiempos de guerra, sin preocuparse de que pueda dañar la política exterior o la posición mundial de Israel, demuestra la crisis del servicio exterior israelí», declaró a The Times of Israel.
No obstante, opinó que ninguno de los dos ministros «dejará una huella importante en política exterior».
«Los centros del poder diplomático están en otra parte, como el ministro Ron Dermer, el consejero de Seguridad Nacional [Tzachi] Hanegbi y, como siempre, el propio primer ministro Netanyahu», dijo Goren.
Dermer, que estuvo en Washington la semana pasada para reunirse con el Consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., Jake Sullivan, es un confidente cercano de Netanyahu que a menudo actúa como cuasi ministro de Asuntos Exteriores.
La rotación «era una idiotez desde el principio, incluso sin una guerra. Esto es sólo una muestra de la total falta de seriedad [de Netanyahu] hacia el trabajo, la responsabilidad, la misión», dijo un ex alto funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores que habló con The Times of Israel bajo condición de anonimato. «¿Qué se puede conseguir en un año? Parece un circo, no un gobierno».
«Creo que es obvio que ningún gobierno extranjero serio tomará en serio al ministro de Asuntos Exteriores porque sabrán que acaba de llegar y que apenas habrá deshecho las maletas antes de volver a marcharse», añadió el ex funcionario, que declaró que el anterior mandato de Katz como ministro fue breve y poco destacado.
Poco después de ser nombrado ministro de Exteriores por primera vez en 2019, Katz provocó una disputa diplomática con Varsovia tras afirmar públicamente que los polacos «maman el antisemitismo con la leche materna», recordó el exfuncionario.
«Estamos jodidos porque Netanyahu neutralizó por completo al cuerpo diplomático», dijo el exfuncionario.
Un portavoz del ministerio declinó hacer comentarios sobre cómo podría afectar el cambio de ministros a la política exterior de Israel.
Cuando se le pidió un comentario, un portavoz de Yesh Atid MK Elazar Stern, miembro de la Comisión de Asuntos Exteriores y Defensa de la Knesset, dijo que para el gobierno de Netanyahu, apegarse a los acuerdos de coalición es «mucho más importante que la situación política y sus efectos sobre la guerra y la región.»
Funcionarios del Ministerio se han opuesto recientemente a las informaciones según las cuales el ministro de Asuntos Exteriores saliente, Cohen, había politizado su cargo al ordenar supuestamente la expedición de pasaportes diplomáticos a destacados miembros de su partido, el Likud, diciendo a los legisladores a principios de este mes que los funcionarios del Ministerio habían actuado legalmente y dentro de los límites de su autoridad.