Itongadol.- Después que ayer se encontraron nuevamente las delegaciones del Likud y Azul y Blanco para negociar la posibilidad de un gobierno de unidad, Israel se acerca más y más a unas nuevas elecciones. Como las veces anteriores, no pasan más de charlas informales y ni siquiera hablan de un comienzo de negociaciones. Lo que sí siguen haciendo, es echarse la culpa uno al otro. Nadie quiere dar el brazo a torcer. Nadie quiere ser el primero en ceder y que el otro sea el primero en comprometerse.
Ayer se publicó que Netanyahu propuso ser él primero primer ministro, sólo por los primeros 6 meses y que después sea Gantz por 2 años, el problema es que nadie le cree a Netanyahu y todos piensan que hará alguna maniobra para después de esos 6 meses llamar a nuevas elecciones. Esta mañana también surgió otra versión por qué Netanyahu trajo esa proposición: Para terminar de anexar a Israel el Valle del Jordán. La reacción del partido Azul y Blanco no se hizo esperar: «Netanyahu tuvo 11 años para hacerlo y no lo hizo, ¿se acuerda ahora?»
Esta mañana, ante las peores relaciones desde hace tiempo, el ejército de Jordania realizó ejercicios en la frontera con Israel, para demostrar que van a estar preparados ante cualquier circunstancia.
Los otros socios de Benny Gantz del partido Azul y Blanco, no quieren saber nada de que Netanyahu sea primer ministro, ni siquiera por un día, eso sería traicionar a sus votantes. El bloque de derecha con Netanyahu a la cabeza, no quiere ni oír de separarse. Liberman sigue cambiando golpes con los religiosos. Pero si se quiere llegar a una solución, alguien tiene que ceder. El problema es que parece ser que nadie quiere llegar a una solución.
Estamos ahora en el período que cada miembro de la Knesset puede juntar 61 firmas y así poder formar gobierno. Netanyahu y Gantz ya pidieron a sus respectivos partidos hacerlo, pero nadie se apura a «donar su firma». Por ejemplo, del bloque de derecha, ya le dijeron al Likud que no hay apuro y tampoco ven ninguna necesidad de hacerlo. Liberman por su parte, ya le comunicó a las dos partes que su partido les dará las firmas sin problemas. Y aquí es donde se vuelve a complicar todo. Ante esta posibilidad, Netanyahu puede venir a Rivlin con 61 firmas, ¿y qué va a pasar? Recibiría en este caso otros 14 días para formar gobierno, algo que no pudo hacer en sus 28 días, y que seguramente no pueda hacerlo tampoco ahora, porque nada cambió en estos últimos 2 meses.
Israel se acerca a pasos cada vez más agigantados a una tercera elección, con la gran posibilidad que nada vuelva a cambiar. El dilema lo tiene Rivlin, ante una situación sin precedentes. Siempre hay una primera vez…