Itongadol.- Los grandes rabinos de Israel, durante una reunión del Consejo del Gran Rabinato en los Túneles del Kotel, pidieron la devolución de piedras del Kotel colocadas en varios lugares del país: «El Kotel es sagrado en toda su extensión y esas piedras deben ser enterradas adecuadamente y tratadas con la santidad apropiada».
El recién formado Consejo del Gran Rabinato de Israel se reunió ayer, Rosh Jodesh Nisan, para su reunión inaugural en la sala Ajar Kotleinu (Detrás de nuestro muro) dentro de los Túneles del Kotel.
A la distinguida sesión asistieron los grandes rabinos de Israel: el presidente del Consejo del Gran Rabinato, rabino Kalman Ber shlita; el Rishon LeZion y presidente del Gran Tribunal Rabínico, rabino David Yosef shlita; el rabino del Kotel y los Lugares Sagrados, rabino Shmuel Rabinowitz shlita; así como todos los miembros del Consejo del Gran Rabinato elegidos en las recientes elecciones.

Durante la sesión, los rabinos debatieron varios temas clave relacionados con la vida religiosa y la tradición judía en Israel, incluyendo el mantenimiento de los estándares halájicos en diversos temas, el fortalecimiento del estatus del Gran Rabinato en la sociedad israelí y el fortalecimiento de la santidad del Kotel y otros lugares sagrados en estos tiempos difíciles.
El tema principal abordado en la reunión fue la cuestión de las piedras del Kotel que se encuentran esparcidas en varios lugares del país. Los rabinos expresaron una postura firme, exigiendo que todas esas piedras sean devueltas y enterradas adecuadamente junto a las piedras del Kotel que cayeron durante la destrucción del Segundo Templo. Según la ley judía, esas piedras son una parte inseparable de la santidad del Kotel y deben ser tratadas en consecuencia.
Tras un debate a fondo, el Consejo del Gran Rabinato de Israel tomó la decisión oficial de que las piedras caídas del Kotel, dispersas en diferentes lugares del país, deben ser devueltas para su entierro sagrado en su lugar, tal como se hizo con las piedras que cayeron durante la destrucción del Segundo Templo. El consejo enfatizó que esas piedras no son piezas arqueológicas ni de museo, sino parte intrínseca de la santidad del sitio y deben ser tratadas de acuerdo con la ley judía. Además, se decidió preservar su santidad, incluyendo el cercado del lugar de entierro y la orden de no tocarlas. El consejo autorizó al rabino Shmuel Rabinowitz, rabino del Kotel y los Lugares Sagrados, a liderar los esfuerzos para devolver las piedras a su lugar correspondiente y garantizar su preservación según las directrices halájicas.

El rabino Shmuel Rabinowitz presentó los antecedentes históricos del asunto al consejo, afirmando: «Las piedras del Kotel no son una pieza arqueológica ni histórica, sino parte inseparable de la santidad del sitio», enfatizando que «según la ley judía, deben ser tratadas con especial santidad y devueltas a su legítimo lugar».
En su decisión, el consejo apeló al ministro de Servicios Religiosos, rabino Michael Malchieli, responsable de la aplicación de la Ley para la Protección de los Lugares Sagrados, solicitándole que supervise la implementación de las resoluciones y establezca un mecanismo organizado para devolver las piedras sagradas a su lugar.
Al concluir la reunión, los rabinos recitaron una oración especial por la seguridad de los soldados y las fuerzas de seguridad que protegen el país, por el rápido regreso de los rehenes a sus familias, por la recuperación de los heridos y por la paz y la seguridad del Pueblo de Israel en estos tiempos difíciles.