El primer ministro israelí criticó a los “izquierdistas que se amotinaron contra los judíos”, mientras que el líder de la oposición cuestionó al judaísmo “mesiánico” de los grupos nacionalistas que “decidieron llevar la guerra” a Tel Aviv.
Itongadol/ AJN.- Los políticos israelíes avivaron las llamas de la división esta noche, después de que grupos religiosos desafiaran una orden de la Corte Suprema y establecieran divisores de género para las oraciones de Yom Kipur (Día del Perdón) en espacios públicos de todo el país.
El primer ministro Benjamín Netanyahu criticó a los activistas seculares que se manifestaron cuando los grupos ortodoxos instalaron barreras físicas en espacios públicos para separar a hombres y mujeres, acusándolos de “disturbios contra judíos”.
“El pueblo de Israel buscó unirse en Yom Kipur pidiendo perdón y unidad entre nosotros”, dijo Netanyahu en un comunicado tras la conclusión del día más sagrado del calendario judío.
“Para nuestro asombro, específicamente en el Estado judío, en el día más sagrado para el pueblo judío, los manifestantes de izquierda se amotinaron contra los judíos durante su oración”, manifestó Netanyahu.
“Parece que no hay fronteras, normas ni limitaciones al odio de los extremistas de izquierda. Yo, como la mayoría de los ciudadanos israelíes, rechazo esto. Un comportamiento tan violento no tiene cabida entre nosotros”, condenó Netanyahu.
Mientras Netanyahu criticaba a los manifestantes, el líder de la oposición, Yair Lapid, denunció el judaísmo “mesiánico” de los grupos nacionalistas que “decidieron llevar la guerra” a Tel Aviv.
“El núcleo ultranacionalista ortodoxo que llegó al vecindario decidió traernos la guerra también a nosotros”, dijo Lapid, refiriéndose a los grupos nacionalistas religiosos que se mudan a ciudades árabes y seculares afirmando estar promoviendo los valores judíos.
“Se aseguran de explicarnos que sólo existe una versión del judaísmo, su versión. Exigen que, en nombre de la tolerancia, incluso en nuestro vecindario, se decida qué está permitido y qué no”, afirmó Lapid.
El líder de la oposición señaló que va a la sinagoga en Yom Kipur y que ese día es un ejemplo de por qué el judaísmo “no necesita ser impuesto”.
“Somos los abanderados de un judaísmo que no es mesiánico, ni racista, ni arrogante ni violento”, agregó Lapid.
Por su parte, el líder del partido Unidad Nacional, Benny Gantz, criticó a Netanyahu por su declaración, diciendo que el primer ministro era “el mayor generador de odio y es quien ahora decide avivar el fuego”.
“Quien decidió separarnos logró profanar este día santo con coerción y odio gratuito”, escribió Gantz en Twitter.
“Durante 75 años, una gran mayoría de israelíes lograron llegar a acuerdos sobre el espacio público en Yom Kipur, para que se adaptara a la comunidad”, escribió Gantz.
“Durante 75 años, las comunidades lograron respetarse mutuamente a pesar de sus diferencias y no trajeron la política a Yom Kipur”.
El legislador de la oposición dijo además que creía importante que el carácter de los espacios públicos fuera determinado por quienes viven allí, y que era correcto el fallo judicial al autorizar a la municipalidad de Tel Aviv a establecer las regulaciones.