Itongadol.- El secuestro y asesinato de tres adolescentes israelíes ocurrió el 12 de junio de 2014 en Gush Etzion, un conjunto de asentamientos israelíes localizados en Cisjordania y construidos tras la Guerra de los seis días. Los tres jóvenes eran Naftali Fraenkel (16 años, de Nof Ayalon), Gilad Shaer (16 años, de Talmon) y Eyal Yifrah (19, de Elad).
Rachelle Sprecher Fraenkel llegó al reconocimiento internacional en las peores de las circunstancias cuando su hijo Naftali de 16 años fue secuestrado y asesinado.
Ella se convirtió en la voz más pública de las familias durante las tres semanas de búsquedas intensivas. Habló en vigilias de rezos y marchas, y le dijo al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ginebra cómo las madres solamente querían de vuelta a sus hijos. Ella fue, y sigue siendo, un símbolo del período de unidad social sin precedentes, rezos y fe, un período que continuó durante la Operación Margen Protector.
Ella y su marido, Avraham, han continuado haciendo lo que hacían antes. Ella explica: “Para mí es vivir y criar a mi familia, enseñar la Torá y ser parte del mundo creciente de mujeres que la aprenden”. A pesar del dolor, ella se enfoca en lo positivo. “Una de las cosas especiales que vi es cuán maravillosas son las personas. Y hay una responsabilidad y deseo por mantener el espíritu en alto”, remarca.
Estos asesinatos, que Israel inicialmente adjudicó al grupo Hamás y cuya responsabilidad más tarde fue confirmada, fue uno de los antecedentes que motivaron la Operación Margen Protector, que ha dejado miles de víctimas, principalmente civiles palestinos de la Franja de Gaza.
Las Fuerzas de Defensa de Israel iniciaron la Operación Guardián del Hermano en busca de los tres adolescentes. Como parte de la operación, en los siguientes once días, Israel arrestó a unos 530 palestinos, incluyendo a todos los líderes de Hamás en Cisjordania, en total unas 282 personas próximas a la organización. Entre los detenidos también se encontraban el portavoz del Consejo Legislativo Palestino y varios diputados del mismo. Cinco palestinos murieron durante la operación militar.
El 15 de junio, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que los adolescentes habían sido secuestrados por Hamás. Por su parte, dicha organización negó tener conocimiento del secuestro. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, sostuvo que desde el 22 de junio no se produjo ninguna evidencia de que Hamás estaba detrás del secuestro. La organización supuestamente elogió el «éxito del secuestro», sin pretender responsabilidad.
El 30 de junio, el ejército israelí encontró los cuerpos de los tres adolescentes secuestrados en un campo al noroeste de Hebrón. Al parecer, fueron asesinados poco después de su secuestro. El primer ministro israelí prometió una dura respuesta a los asesinatos.
Según el portavoz de la Policía israelí, Micky Rosenfeld, los asesinatos fueron llevados a cabo por palestinos que no operaban bajo las órdenes de Hamás.
El 26 de junio, la Agencia de Seguridad de Israel dio a conocer las identidades de los dos sospechosos en el secuestro. Tanto la agencia y las autoridades palestinas dijeron que los dos hombres estaban desaparecidos desde la noche del secuestro, y la Ley de Seguridad declaró que ambos habían participado en el terrorismo, y se consideraron sospechosos inmediatamente después del secuestro. Un funcionario de inteligencia palestino dijo extraoficialmente que su desaparición constituyó una clara evidencia de que los dos sospechosos tienen vínculos con el secuestro.
Las autoridades israelíes responsabilizaron a Amar Abu-Eisha, de 33 años, y Marwan Kawasmeh, de 29, ambos de Hebrón y que habían cumplido penas de cárcel por delitos de terrorismo en prisiones israelíes. Hamás confirmó que ambos eran miembros de esta organización.
En agosto de 2014, un alto líder de Hamás en una conferencia en Turquía admitió que su organización estuvo detrás del secuestro y que el propósito del mismo era provocar una escalada del conflicto para conducir a un levantamiento árabepalestino.