Itongadol.- Líderes árabes israelíes condenaron un nuevo plan para insertar a la Agencia de Seguridad de Israel (Shin Bet) en la lucha para combatir la violencia en las comunidades árabes, advirtiendo de un peligroso nivel de vigilancia policial que podría despojar a civiles inocentes de sus derechos.
«Me temo que el gobierno y el primer ministro siguen sin tener la verdadera voluntad política de hacer frente a las organizaciones [criminales] y proteger a los ciudadanos palestinos de Israel», afirmó la diputada árabe israelí Aida Touma-Sliman, del partido Hadash-Ta’al.
El gobierno «sigue intentando utilizar nuestro miedo y el hecho de ser víctimas de delitos para aprobar propuestas muy malas que pretenden amenazar la base de los derechos civiles de la comunidad», agregó.
Touma-Sliman habló justo un día después de que el primer ministro Netanyahu diera a conocer su plan, tras un sangriento fin de semana en el que fueron asesinados ocho árabes israelíes, cinco de ellos en un tiroteo en un lavadero de autos de la localidad septentrional de Yafia.
Más de 100 israelíes del sector árabe fueron asesinados desde el comienzo de 2023. El año pasado por estas fechas, la comunidad sólo había perdido un tercio de esa cifra, según la ONG Abraham Initiatives, una organización que realiza un seguimiento de los índices de criminalidad árabe-israelí en el Estado judío.
El aumento de los delitos mortales llevó a muchos dirigentes de la comunidad árabe a culpar a Netanyahu y al ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir de su inacción.
Sin embargo, muchos de estos líderes temen la implicación del Shin Bet, calificándola de antidemocrática y peligrosa. Touma-Sliman también culpó directamente a Ben-Gvir, calificándolo de «racista» que apoyó a «organizaciones terroristas y fascistas» y condenó la seguridad de los árabes israelíes desde el principio.
Árabes israelíes bloquean una ruta en Tel Aviv en octubre del 2022 mientras protestan contra la violencia y los recientes asesinatos en sus comunidades. (Crédito: AVSHALOM SASSONI/FLASH90)
«En mi opinión, Ben-Gvir no debía ocupar ese cargo desde el principio», aseguró Touma-Sliman.
El Shin Bet es la principal agencia de seguridad de Israel y su servicio de seguridad interna es el encargado de investigar y perseguir a los terroristas.
Aunque anteriormente intervino en casos internos que podrían considerarse terrorismo, dirigentes de la propia agencia protestaron por una mayor implicación en asuntos internos. Sin embargo, el domingo por la noche, Netanyahu reafirmó su plan, expresando que la reciente ola de delincuencia en las comunidades árabes hace que el asunto sea urgente.
Tras el anuncio del premier israelí, las organizaciones de derechos humanos y civiles criticaron aún más la implicación de la agencia. Suhad Bishara, director jurídico de la organización de ayuda legal en materia de derechos humanos Adalah, advirtió que el plan de Netanyahu era «especialmente alarmante» dado que «amenaza aún más los derechos básicos de un grupo que ya es sistemáticamente objeto de persecución y opresión por parte de la policía».
«Además, si el gobierno promueve una legislación para ampliar los poderes del Shin Bet con este fin, nos opondríamos a ella porque pretende establecer un sistema de aplicación de la ley específico para un grupo étnico y nacional, y afianzar así dos sistemas jurídicos separados -uno para los ciudadanos palestinos de Israel y otro para los ciudadanos judío-israelíes- y es, por tanto, descaradamente racista», añadió Bishara.
Gadeer Nicola, director del Departamento de la Sociedad Árabe de la Asociación para los Derechos Civiles en Israel, se mostró de acuerdo con Bishara, señalando que la participación del Shin Bet «difuminaría los límites entre delito y terrorismo, tanto en la práctica como en la mentalidad pública».