Itongadol/AJN.- Dos comités de la Knesset redujeron el martes el impulso del gobierno para legislar varios poderes de la era del coronavirus con el fin de hacerlos permanentes.
Entre los controvertidos poderes se encuentran el restablecimiento de la vigilancia del Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel) a ciudadanos infectados y el cambio de muchas audiencias judiciales para prisioneros de presenciales a videoconferencias.
Con respecto a la vigilancia de Shin Bet, el Subcomité de Inteligencia de la Knesset ni siquiera consideró la reinstalación inmediata del programa.
Más bien, el presidente Zvi Hauser se centró en obtener una vista completa de la imagen cambiante del coronavirus a medida que las tasas de infección saltan de menos de 2.000 casos a más de 5.000 en las últimas tres semanas.
También revisó opciones alternativas para que el Estado rastree las tendencias del coronavirus, como el «Magen 2» del Ministerio de Salud.
El presidente incluso señaló que el director de Shin Bet, Nadav Argaman, está en contra de que su agencia esté involucrada en los esfuerzos sobre el coronavirus porque quiere centrarse únicamente en la lucha contra el terrorismo.
Sin embargo, en términos generales, Hauser parecía estar a favor de restablecer la vigilancia de Shin Bet para evitar «una gran pérdida de vidas o grandes daños a la economía» si el gobierno sentía la necesidad de restablecer un bloqueo nacional o regional.
Mientras tanto, en el Comité de Constitución, Ley y Justicia de la Knesset, el presidente Yakov Asher detuvo un proyecto de ley diseñado para extender las reglas de la era del coronavirus a los prisioneros que van a la corte por un año.
Asher dijo que el gobierno, los tribunales y el Servicio de Prisiones de Israel deben esforzarse más para encontrar formas de elevar el porcentaje de prisioneros que pueden ser llevados a los tribunales en persona.
Dijo que se puede encontrar cierto equilibrio para cumplir con los límites de distanciamiento social sobre cuántas personas pueden estar en una corte sin recurrir a que tantos presos tengan audiencias por videoconferencia.