Itongadol.- Una serie de ataques contra objetivos iraníes en Siria en la última semana, que fueron atribuidos a Israel son inusualmente amplios en alcance y fuerza.
La razón es probablemente que estaban destinados a frustrar un complot terrorista de la Guardia Revolucionaria iraní con vehículos aéreos no tripulados, que fue planeado con la ayuda del grupo Hezbolá, con sede en el Líbano.
El domingo, incluso intentaron repetir el mismo éxito que tuvieron sus aviones no tripulados, en Ucrania, en manos del ejército ruso.
Irán suministró a Rusia drones suicidas de largo alcance que fueron lanzados desde Crimea y utilizados para atacar infraestructuras críticas de Ucrania y causar a la población civil de ese país un sufrimiento considerable. Si está armado, un avión no tripulado puede suponer una grave amenaza y es preciso, aunque puede llevar una pequeña ojiva. Puede alcanzar infraestructuras críticas con precisión e inutilizarlas. También es más difícil de detectar y derribar cuanto más corta sea su trayectoria de vuelo.
Cabe suponer que Irán ha decidido atacar objetivos israelíes desde el interior de Siria, y los ataques aéreos contra activos iraníes de la semana pasada podrían considerarse un esfuerzo israelí por impedirlo. Un avión no tripulado que entró en el espacio aéreo israelí el lunes fue derribado mediante guerra electrónica.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, dijo que Israel ha detectado un aumento de los esfuerzos para atacarlo, incluso desde lugares que antes no se consideraban una fuente de amenaza.
«Esto es preocupante y debe abordarse», afirmó.
En el pasado, Irán lanzó drones contra Israel desde territorio iraquí e iraní, pero estaban destinados a entregar armas a facciones palestinas.
La Fuerza Aérea derribó dos de estos UAV Shahed sobre Irak. Irán utilizó los drones para atacar buques mercantes israelíes de propiedad israelí en el Golfo y también se utilizaron para atacar instalaciones saudíes de producción de petróleo en 2019.
Según informan los medios árabes, el ataque sobre Siria a última hora del lunes, alcanzó bases, centros de mando y control, así como comandos regionales y logísticos, todos ellos pertenecientes a milicias proiraníes, al sur de Damasco.
El ataque también tuvo como objetivo el aeropuerto de Damasco y sus activos logísticos, así como viviendas en el barrio de Sit Zeinab de la capital, donde se encuentra un importante santuario chií.