Itongadol/Agencia AJN.- El ministro de Educación Naftali Bennett y la ministra de Justicia Ayelet Shaked, ambos representantes de la Nueva Derecha, quedaron sorprendidos con el resultado las elecciones de ayer que los deja, por el momento, afuera de la Knesset (Parlamento) y ahora la atención está puesta en el recuento de los votos de los soldados, diplomáticos y prisioneros como para alcanzar el umbral electoral del 3,25 por ciento.
Escrutado el 97 por ciento de las mesas, la Nueva Derecha obtenía el 3,14% de los votos, solo unos 4,300 votos por debajo del umbral electoral y si lograr sumar los votos necesarios pasar de no tener asientos en el parlamento a contar con cuatro escaños.
El recuento de la última tanda de votos podría en teoría poner en peligro al partido árabe Ra’am-Balad, que tiene 3,45%, o 8,400 votos sobre el umbral, y no es probable que obtenga muchos de los votos de los soldados y diplomáticos.
El número de votos emitidos por soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel, oficiales de policía, diplomáticos y sus familias, prisioneros, pacientes y personal del hospital es normalmente alrededor de 200,000. Esos votos generalmente han llevado a cambios relativamente menores en la distribución de los asientos de la Knesset, pero esta vez podrían tener un papel más fatídico.
Es cierto que el ministro de Educación Naftali Bennett y la ministra de Justicia Ayelet Shaked quedaron en estado de shock al no tener asegurado su lugar en la Knesset, pero la definición se mantiene abierta.
Dirigentes de la agrupación dejaron trascender esta mañana que aún tenían esperanzas de que el partido pudiera reunir suficientes votos para pasar el umbral.
Un funcionario del partido transmitió a The Times of Israel que sus altos cargos estaban «confiados» en que los votos de los soldados le darían «más que suficiente» para asegurar un lugar en el parlamento y obtener cuatro escaños.
El mismo Bennett dijo en un comunicado: “Toda mi vida di todo lo que pude por esta buena nación. Siempre he sido un soldado del Estado – en (la unidad de élite de las FDI) Sayeret Matkal, como empresario de alta tecnología, como ministro de Educación y en el gabinete de Seguridad durante la Operación Protección Edge (en Gaza en 2014)”.
«Ahora, los soldados decidirán dónde continuaré luchando por ellos», añadió el ministro y dirigente.
El Zehut de Moshe Feiglin, que había aumentado en las encuestas en las últimas semanas, alcanzando los siete escaños, solo atrajo el apoyo del 2,53% de los votantes, unos 30,000 votos por debajo de la marca.
Con más de cuatro millones de votos contados, el primer ministro Benjamin Netanyahu estaba listo para lograr una clara victoria electoral con su partido Likud empatado con sus rivales Azul y Blanco, pero el bloque de la derecha con una ventaja práctica y el camino allanado para formar una coalición gobernante.
El Likud obtuvo 26.27% de los votos, o 35 escaños en la legislatura con 120 escaños: el mejor resultado del partido desde las elecciones de 2003 (cuando ganó 38 escaños bajo Ariel Sharon), y su mejor bajo el mando de Netanyahu.
Mientras tanto, el principal rival del Likud en la elección, el partido Azul y Blanco, liderado por Benny Gantz y Yair Lapid, obtuvo el 25,94% de los votos, lo que también le daría 35 escaños.
Con cinco partidos de derecha y ultraortodoxos logrando juntar unos 30 escaños, Netanyahu parecía estar preparado para formar un gobierno similar a su actual coalición de derecha, con 65 escaños sólidos.